Poco apoyo a ciencia, industria, campo, medio ambiente

La Crónica de Hoy
21 de octubre de 2011
Juan José Huerta

Opinión

Cuando todo el esfuerzo del gobierno federal se concentra en el monotema de la guerra contra el crimen, se provoca un serio descuido de esas importantes actividades.

“El avance de la ciencia mexicana desde 2006 parece ‘el electrocardiograma de un muerto’ por el desinterés del gobierno hacia este campo. Además, la situación se agravará en 2012 ante un conjunto de recortes de por lo menos mil 200 millones de pesos”, afirmó el coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Juan Pedro Laclette (Crónica, 18oc11). Los Premios de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias 2008, 2009, 2010 fueron entregados esta semana junto con los de 2011, en una ceremonia despreciada ya por cuatro años por el presidente Felipe Calderón, que apenas en 2007 había entregado los correspondientes a ese año y al 2005 y 2006.

“A lo largo de 30 años, la industria nacional ha perdido fuerza y presencia en la economía, y se encuentra en una situación de estancamiento, polarización y escasa integración, en medio de un mundo globalizado. Su participación en el PIB ha disminuido de 35.8 por ciento en el sexenio de López Portillo a 30.2 por ciento en la actual administración”. La nota de El Financiero (19oc11) añade que muchos fabricantes “han dejado de producir para convertirse en comercializadores, importadores o ensambladores”; la economía de la maquila, pues.

Dado este desequilibrio estructural en detrimento de las actividades más productivas, no es de extrañar que sea débil la generación de empleos de la economía formal y que éstos sean de baja calidad, como reconoce ya el mismo secretario del Trabajo, Javier Lozano. Igualmente, siendo los sectores descuidados piezas clave en la productividad de una economía, resulta fuertemente afectada la “competitividad” de la misma frente a otros países; y aún así, se persiste en el dogma del mercado abierto. Como dice Sergio Cervantes, dirigente de Canacintra, “el país ha sufrido en los últimos años una importante desindustrialización, debido a que se pasó de un mercado cerrado a uno abierto sin contar con las herramientas necesarias para hacer frente a la competencia”.

Claro que esa no es la visión del secretario de Economía, Bruno Ferrari, para quien “México no vive una desindustrialización, sino una readaptación o reacomodo de los sectores productivos, asociados a los cambios en la oferta y las nuevas tecnologías”. Pero el grave problema de la industria mexicana que señalan los expertos es que no estamos produciendo la tecnología que requerimos por el descuido en este sector. “La inversión pública en ciencia y tecnología está estancada en alrededor del 0.35 por ciento del PIB en la última década, cuando debía de ser cuando menos del 1%; compramos en el exterior el 96 por ciento de la tecnología que usamos; el Consejo General de investigación Científica y Desarrollo Tecnológico se ha reunido sólo una vez en 5 años (Datos de Juan Ramón de la Fuente, El Universal, 19oc11).

Por otra parte, Víctor Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, afirmó que “el mercado agrícola está cada vez más determinado por factores externos como los energéticos, intereses geopolíticos y especulación en los mercados, por lo cual es necesario reconocer y fomentar el derecho a la soberanía alimentaria frente al desastre causado por la soberanía de los mercados”. La representante de la FAO en México, Nuria Urquía Fernández, señala que el “rezago en el rendimiento de los cultivos… se tienen rendimientos promedio del maíz de 2.8 toneladas por hectárea, mientras que en otros países es de más de 10” (Reforma, 19oc11). En 1985, en el país se destinaban 15.5 millones de hectáreas a la producción de cultivos básicos: maíz, trigo, frijol, arroz, ajonjolí, algodón, cártamo, soya, cebada y sorgo, superficie que ahora es de apenas 13 millones de hectáreas. En 1995 la producción interna de maíz abastecía el 88.5 del consumo nacional, en tanto que en 2010 sólo abasteció el 75 por ciento (Jornada, 16oc11). Esto nos da una idea de cómo un impulso productivo al sector agropecuario podría contrarrestar la tendencia de que el mismo ocupe cada vez una menor proporción de la población económicamente activa del país.

A pesar de que México haya sido el primer país en desarrollo que estableció su propio Programa Especial de Cambio Climático y de todos los premios ambientales de carácter burocrático que se reciban, nuestro país aparece apenas en los niveles medios o bajos del cuidado medioambiental y aprovechamiento de recursos naturales, según el Foro Económico Mundial. Así, en la eficacia de la regulación ambiental ocupa la posición 45 entre 100 países; en el respeto a la misma, el lugar 57; en protección ecológica, el lugar 48; en emisiones de carbono, el 63; en aprovechamiento de agua para usos de agricultura, el 70; en agotamiento de recursos hídricos, el lugar 81 (Reforma, 18oc11).

Pemex ha dejado de invertir alrededor de 982 millones de pesos en los últimos seis años en su programa de combustibles limpios, afirma Sandra Guzmán Luna, coordinadora de Políticas Públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, quien destacó que desde hace dos años ya debería de haberse implementado la producción, distribución y venta de diesel bajo en azufre en todo el país, pero no ha sido y por razones inexplicables (Crónica, 14se11). Con bombo y platillo se lanza un programa nacional de sustitución de focos de filamento por los nuevos ahorradores de electricidad, pero no se establece un plan integral de manejo del mercurio que los nuevos focos contienen. Así, cuando éstos cumplen su vida útil se están tirando a la basura normal, con la contaminación consecuente del ambiente.

“La política del gobierno mexicano en los últimos años se ha quedado corta en cuanto a la aplicación de políticas y programas en sus diferentes dependencias ambientales”, se dice desde una atalaya de observación permanente, la embajada de Estados Unidos, según nos permiten saber los cables de Wikileaks (Milenio, 7se11). Pero, claro, por aparatos burocráticos no paramos: “en los próximos meses el gobierno federal pondrá en marcha un ‘Centro de Economía Verde’, con el objetivo de generar una serie de sinergias con el sector privado y fomentar la resistencia económica a las afectaciones provocadas por el cambio climático, anunció a fines de septiembre el secretario del Medio Ambiente, Rafael Elvira Quezada, en la inauguración del 19 Congreso Internacional Ambiental The Green Expo.

Con este rompecabezas informativo se puede apreciar cómo el reto principal de nuestro país es impulsar la creación de empleos formales y de calidad para el mayor número de personas en edad de trabajar que hemos tenido en nuestra historia, incrementar los salarios reales mediante el aumento sustancial de la productividad de las actividades económicas y evitar que nuestros jóvenes sean atraídos por las ganancias de actividades ilícitas.

Es urgente, pues, reorientar la estrategia actual de la administración federal también con la perspectiva de dar una verdadera fortaleza a la industria y al campo, incrementar la productividad de las actividades económicas, promover la ciencia y la tecnología nacionales y cuidar mejor el medio ambiente. Inclusive, la cruzada propagandística gubernamental debería enderezarse a estos propósitos, con muchos spots para concientizar a la gente de su importancia, que no quede rezagada ante el monotema de la seguridad nacional.

huertajj02@hotmail.com

pliegodejjhuerta.blogspot.com


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