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23 de abril de 2010
Al participar en el foro Ciudad de México: Ciencia y Gestión Pública en el Siglo XXI David Korenfeld Federman, secretario del Aguay Obra Pública, propuso otorgar beneficios directos a aquellos ciudadanos comprometidos en el uso racional y cuidado del agua.
Organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, la UNAM y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, el secretario asistió a este foro como invitado especial en la mesa sobre Agua y Saneamiento, en donde abrió la posibilidad de retribuirle a la población por su participación activa en el desarrollo de una cultura integral del agua.
“En materia de disponibilidad –dijo- cada habitante del valle de México cuenta con 143 mil litros al año; mientras que para un habitante de la cuenca de la frontera es de 24 millones 270 mil litros. Además, en el valle de México los costos de operación, distribución y mantenimiento son mayores por la lejanía de las fuentes de abastecimiento y la cantidad de usuarios, es decir, en esta zona tenemos menos agua, más gente y hay mas problema para transportarla que en el sureste de la república, por lo que debemos tomar conciencia sobre la complejidad de nuestra situación y participar activamente en su cuidado”.
El secretario habló de incentivar la participación activa de las empresas socialmente responsables; impulsar estrategias de cobro eficiente y de pago justo por la prestación de los servicios de agua, procurando que las contribuciones en el rubro se reinviertan en el mismo ramo, y promover la utilización del agua de segundo uso y tratada en actividades industriales que así lo permitan como una medida para frenar la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
Acompañado de Ramón Aguirre Díaz, director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México; y de Felipe Arreguín Cortés, subdirector general técnico de la Conagua, David Korenfeld también afirmó que “para ser eficientes en la prestación del servicio de agua potable y garantizar el continuo y permanente abasto del líquido, debemos trabajar en la recuperación de nuestras fuentes superficiales y rehabilitar nuestros pozos y sistemas hidráulicos de distribución, y sobre todo, invertir más en el conocimiento del agua”.