La Jornada
14 de febero de 2006
Elizabeth Velasco Contreras
El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Octavio Paredes, demandó a las autoridades del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y El Colegio Nacional revisar de manera «exhaustiva y seria» las irregularidades en que habrían incurrido Eusebio Juaristi y Omar Muñoz en el desarrollo de su investigación química.
En caso de confirmarse un fraude, ponderó, «entraríamos en una etapa de extrema gravedad en la ciencia y tecnología del país», ya que habría sido usada la investigación para el ingreso de Muñoz al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y de Juaristi a El Colegio Nacional, además de justificar más de 3 millones de pesos otorgados por el Conacyt.
Incluso, si se hubiera tratado de «errores experimentales» en el proceso -como admitieron los investigadores-, «se esperaría que los organismos involucrados ya hubieran intervenido y tomaran las medidas pertinentes».
Paredes adelantó a La Jornada que la AMC efectuará «un análisis muy cuidadoso y concienzudo de ese difícil caso y, según los resultados, actuaremos en consecuencia en lo que corresponde a la membresía» de Juaristi en esa academia.
Ante esas situaciones, en unas semanas se crearía un comité de ética en la AMC, en el que se trabaja de tiempo atrás. «Más que una actitud punitiva, en este comité procuraríamos disuadir a nuestros colegas de incurrir en deshonestidad.»
Aparte, el coordinador de Investigación Científica de la UNAM, René Drucker, se pronunció por que se indague el caso. De hecho, dijo, los mismos afectados deben ser los primeros en demostrar que no hicieron algo incorrecto.
«Cuando hay algo que se señala como incorrecto o de falta de ética, hay que investigarlo. Es tan importante investigar si hubo dolo como señalar que estas personas no incurrieron en algo anormal.»
Coincidió con Paredes en que, para evitar fraudes -«en las ciencias se han presentado grandes fraudes en el mundo y el país, aunque en proporción muy baja»-, es necesario crear un comité de ética y, por ser la AMC una de las «instancias más neutras» en el campo de las ciencias, sugirió que junto con las academias de medicina y de ingeniería encabece ese comité, que atravesaría todas las disciplinas.
A unas horas del ingreso de Juaristi a El Colegio Nacional, Paredes estimó que «existen elementos para hacer una exhaustiva revisión de este extraordinario caso y tomar las medidas apropiadas; hablamos de ética; invitamos a la autoridad a ejercerla. Las autoridades del Cinvestav deben tratar igual a sus amigos y a quienes no lo son».
-¿Tiene Juaristi relación cercana con autoridades del Cinvestav?
-Sólo identifico la larga amistad personal entre el actual director del Cinvestav y el doctor Juaristi, que están en el mismo departamento. Pero más allá de que las personas podemos tener las amistades que queramos, es necesario que se actúe con la misma acuciosidad con que lo han hecho en otros casos, incluso el mío.
Paredes recordó cuando en el Cinvestav «tuve que dar una pelea abierta y pública para obtener un permiso y poder ser presidente de la academia; la verdad me hicieron la vida imposible por un asunto tan elemental, tras 20 años de trabajar en el Cinvestav y tener todas las credenciales académicas. A los que pensamos de manera diferente hacia las actuales autoridades deben tratarnos con la misma medida».
Dijo que estas «situaciones hay que analizarlas con toda inteligencia y seriedad para evitar que se repitan. Nosotros sí vamos a revisar estos casos de manera muy profesional y prudente», aseguró.
Sobre el tema, Drucker explicó que en las ciencias los problemas éticos se dan en el mundo y el país, aunque en muy baja proporción, a causa de la creciente competencia entre científicos para obtener donativos y reconocimientos; aquí, hasta para mantener un lugar en el SIN y evitar con ello la reducción de 50 por ciento del ingreso.
Igual que Paredes, Drucker citó el caso del veterinario Hwang Woo-Suk, que de ser «héroe nacional» de Sudcorea se convirtió en preso, tras inventar datos sobre clonación de embriones humanos y la obtención de células madres a partir de ellos.
Aunque «es raro que ocurran» esos casos, instó a crear en México una comisión de ética que establezca reglas generales sobre el comportamiento de los científicos y las amonestaciones que correspondan.
En cuanto a este caso, dijo que las «responsabilidades deben recaer en las partes», mas consideró «difícil y delicado» lanzar acusaciones sin pruebas, pues también es cierto que «cuando uno hace un experimento, tiene una hipótesis que puedo confirmar con más experimentos, pero si otros laboratorios hacen los mismos experimentos y no la confirman, eso no significa que sea fraude; quizá algunas condiciones de los experimentos fueron diferentes. Así funciona la ciencia, por eso es importante repetir los experimentos».