Mujeres de la ciencia evalúan factores que inhiben equidad

El porvenir
27 de abril de 2009

Las exigencias académicas aunadas a la responsabilidad del cuidado de una familia; la aceptación de jornadas laborales injustas y la discriminación, así como la preeminencia de varones en los comités científicos, fueron identificados como los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que realizan actividades científicas, sin importar sus países de procedencia.

En el marco del Simposio Women for Science, organizado por la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS, por sus siglas en inglés), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el Panel Interacadémico sobre Asuntos Internacionales (IAP, por sus siglas en inglés) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), cuatro investigadoras analizaron el tema: “Una agenda para el cambio: removiendo los obstáculos para una carrera en ciencia y tecnología”, mesa que coordinó María del Carmen Samayoa, presidenta de la Academia de Medicina, Física y Ciencias Naturales de Guatemala.

En su intervención, Marcia Barbosa, directora del Instituto de Física de la Universidad Federal de Río Grande do Sul, en Brasil, destacó como un problema universal el hecho de que mientras más alta es la escala académica, el porcentaje de mujeres es más reducido, aunque aclaró que las razones varían de una cultura a otra.

La especialista consideró entre los obstáculos más importantes que las reglas del mundo académico favorecen a los hombres, como la exigencia de hacer un postdoctorado en el extranjero, lo cual resulta muy complicado para muchas mujeres que tienen familia.

Otras dificultades, señaló Barbosa, son que la mayoría de los comités científicos están formados casi totalmente por varones y que, en general, las políticas laborales en América Latina se hacen después de las horas de trabajo, en lo que ella llamó “clubes de hombres”.

Para hacer frente a los obstáculos, la científica brasileña propuso usar los datos que documentan las discriminaciones y promover la visibilidad de los logros de las mujeres que hacen ciencia, a través de reconocimientos y premios.

A su vez, María Teresa Ruiz, astrofísica de la Universidad de Chile, lamentó que si bien del total de los científicos en ese país 30 por ciento son mujeres, menos del 10 por ciento se dedican a carreras como la física, las matemáticas y la ingeniería.

Opinó que el número de mujeres jóvenes que permanecerían en una carrera científica, sería mayor si se les proporcionaran servicios como cuidado infantil y jornadas de trabajo flexibles.

Entre sus propuestas, destacó la de concentrarse en transmitir a las nuevas generaciones la idea de que la ciencia es una actividad entretenida a la que pueden dedicarse por igual hombres y mujeres

Por otro lado, se refirió a un estudio realizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), realizada entre científicos mujeres y hombres en Chile, el cual reveló que los géneros priorizan diferente, mientras que ellos consideran más importante en su investigación tener una posición de liderazgo y contar con gente a su cargo, las mujeres prefieren un ambiente de trabajo agradable y trabajar en un tema de investigación entretenido.

Más adelante, Gloria Bonder, coordinadora general de la Cátedra Regional UNESCO, Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina, opinó que en el tema de la participación de mujeres en las carreras científicas hay un panorama de luces y sombras.

Al hablar sobre los aspectos negativos, la experta en género y política pública dio a conocer que, por ejemplo, del total de expertos en el área de ingeniería, la participación de las mujeres es de un 12 por ciento en México; del 22 por ciento en Brasil; del 27.4 por ciento en Uruguay; del 17 por ciento en Argentina y del 19 por ciento en Costa Rica.

La especialista destacó también que uno de los obstáculos subjetivos que enfrentan las mujeres científicas es la invisibilidad de las desigualdades entre ellas mismas, así como la justificación de las condiciones laborales injustas y de la discriminación.

Ante este panorama, propuso reconocer el aporte de las mujeres a la ciencia y documentar las desigualdades mediante cifras y estadísticas, como se mostró en el simposio, expresó.

La investigadora propuso la creación de entornos virtuales de aprendizaje, para que las mujeres científicas, haciendo uso de las herramientas informáticas actuales como las bibliotecas virtuales, foros, conferencias, entre otras, puedan compartir experiencias y estrategias para avanzar en sus carreras.

Lilian Wu, coordinadora del Comité en Ciencia e Ingeniería de las Academias Nacionales en Estados Unidos, señaló que este organismo ha identificado que uno de los mayores obstáculos que enfrentan las mujeres para dedicarse a carreras científicas es la exigencia de contar con un doctorado y uno o más post doctorados, requisito que para una mujer con familia se convierte en una verdadera dificultad.

Otro obstáculo, señaló, es que es responsabilidad de los comités de decisión en ámbitos científicos sacar a la superficie los asuntos que se tienen que atender para que las mujeres incrementen su participación y no sean dejadas de lado como profesionales de la salud, de la ciencia y de la ingeniería.

La matemática llamó la atención sobre la gran cantidad de mujeres científicas en el área de la salud que pronto se jubilarán y destacó la necesidad de encontrar mecanismos que les permitan compartir y aportar sus conocimientos una vez que ya no se dediquen activamente a la ciencia.


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