La Jornada
22 de mayo de 2007
Emir Olivares Alonso
El gobierno gasta en el extranjero 10 mil mdd, reclama Villar Arbizu de Canacintra
La falta de competitividad, obstáculo para crear una política de desarrollo científico
En México se invierte menos de 0.5 por ciento del PIB en innovación, ciencia y tecnología, lo que hace poco competitiva a la nación. Además, los recursos en estos rubros se asignan de manera «desigual», pues en el norte se invierte cuatro veces más que en los estados sureños, aseguró José Luis Fernández Zayas, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Asimismo, el vicepresidente de ciencia de Canacintra, Juan Pablo Villar Arbizu, reveló que el gobierno federal gasta más de 50 por ciento de los recursos asignados para comprar innovaciones tecnológicas en el extranjero, en lugar de invertirlos en la producción nacional.
Fernández Zayaz, quien ha sido miembro del Instituto de Ingeniería de la UNAM, sostuvo que los niveles de criminalidad en el país están relacionados con la ignorancia, pues «está demostrado que los países más felices y más ricos son los más cultos y los más avanzados».
En conferencia de prensa en la que se dio a conocer una propuesta en la que han participado diversos sectores para mejorar la ley en la materia, el cual se presentará en breve ante el Congreso de la Unión, el coordinador del foro señaló que en México no existe una relación adecuada entre el sector académico y de investigación con el productivo, lo que provoca que ciencia y tecnología no se liguen a la innovación.
Subrayó que el objetivo de la propuesta es relacionar la ciencia con la innovación para mejorar la productividad en tecnología. «Ciencia-tecnología versus innovación en una sola ley, pero bien hecha. Muchas personas en el lado productivo quieren ver la innovación como el propósito central de la ley, y en la legislación actual aparece sólo en unas menciones.»
Fernández Zayas alertó que el gran problema para crear una política de desarrollo de ciencia, tecnología e innovación «no está en un grupo o partido, sino en que la sociedad mexicana no ha llegado a ver cómo podemos ser más competitivos», es decir, que no se ha conectado a estos rubros con la competitividad internacional, además de que hace falta mayor divulgación.
Por su parte, Villar Arbizu denunció que de los 20 mil millones de dólares que el gobierno federal designa a la compra de tecnología gasta más de la mitad en productos extranjeros, con lo que «está generando desarrollo de las tecnologías de otros países».
En su turno, Francisco Castellón, presidente de la comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, indicó que es una prioridad que haya una formación de la cultura científica desde educación básica, debido a que México carece de una relación entre las políticas nacional y locales en ciencia y tecnología.
Agregó que tampoco se cuenta con políticas integrales a escala nacional para la formación de investigadores, pues inclusive los becarios son voluntarios; y también se carece de un programa para incrementar los 50 mil científicos registrados hasta la fecha.
Para el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Juan Pedro Laclette, en México se ha privilegiado más la confrontación entre política y ciencia y tecnología, por lo que propuso «comenzar a salir de ese círculo vicioso y hacer aportaciones entre los diferentes sectores»; amén de lograr una divulgación adecuada que permita entender que estos rubros «abren las ventanas del conocimiento humano».