El Sol de México
5 de mayo de 2010
Doina García
La Academia Nacional de Medicina de México fijó su postura frente al derecho de las mujeres a la interrupción del embarazo y se pronunció explícitamente en contra la criminalización de aquellas que interrumpan un embarazo no planeado, no deseado, forzado o que atente contra su vida o su bienestar físico, mental o social.
En el documento asegura que «obligar a las mujeres a tener un hijo no deseado vulnera su derecho a la libre procreación, establecido como garantía individual en nuestro país».
Sostiene este pronunciamiento se basa sobre los conceptos de que la salud reproductiva y los derechos de la mujer y por ello considera inaceptable el número de muertes maternas en México, muchas de las cuales son provocadas por abortos mal realizados.
Destaca que estos fallecimientos en parte derivan de la necesidad no satisfecha de anticoncepción, en particular en adolescentes y jóvenes, y su consecuencia, es decir «el alto porcentaje de embarazos no planeados y no deseados».
Por ello, adicionalmente la agrupación se pronunció a favor de políticas públicas que fortalezcan todas las medidas preventivas, incluyendo el acceso a la información y a la más amplia gama posible de métodos anticonceptivos.
Asimismo, la Academia de Medicina consideró irrefutable el derecho a la libertad que tienen todas las mujeres con respecto a la autodeterminación de su salud, así como a una maternidad libremente elegida.
Considera que hay una asociación entre los problemas de salud y las condiciones socioeconómicas, como la pobreza, la marginación y el insuficiente acceso a los servicios médicos.
Por eso, sostiene, la criminalización de los abortos, lejos de eliminarlos, sólo promueve su inseguridad, aumentando de manera desproporcionada las muertes y las complicaciones en las mujeres más pobres y más marginadas.
Cabe destacar que este tipo de pronunciamiento no tiene precedente en la Academia Nacional de Medicina de México, y su opinión se reviste de especial importancia, toda vez que es la más antigua agrupación mexicana de profesionales nacida en el siglo XIX, mucho antes que cualquier sociedad científica en nuestro país.
La Academia de Medicina se suma así a los pronunciamientos que en el mismo sentido han realizado organizaciones como la Academia Mexicana de Ciencias.