Manipulando el genoma bacteriano para hacer teorí­a

Campus Milenio
18 de mayo de 2006
Rafael G. Vergara Pasaye

Rafael Palacios de la Lama, cientí­fico mexicano
Ingresó a la selecta Academia Nacional de Estados Unidos en dí­as pasados, gracias a la calidad de sus trabajos de investigación en la UNAM

Gracias a la investigación que ha venido realizando sobre el genoma bacteriano los cuales presentan arreglos de alta frecuencia, esto es, que son dinámicos y sucesivos, el doctor Rafael Palacios de la Lama obtuvo su ingreso a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos creada en l863 por el presidente Abraham Lincoln. El académico mexicano quien realiza su labor en el Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional ubicado en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, habla sobre su investigación, «lo que hacemos es manipular el genoma bacteriano para establecer un camino teórico y así­ llegar de una estructura a otra, y de allí­ poder obtener una estructura, una subpoblación». La explicación va más allá en este interesante y novedoso tema: «tratándose de bacterias podemos obtener subpoblaciones bacterianas que pueden traer utilidades, por ejemplo, nosotros tenemos cepas con mayor capacidad de fijación de nitrógeno y esto puede utilizarse en la agricultura».

Este tipo de desarrollo cientí­fico tiene un amplio espectro de operación en los años próximos, de hecho, ya las investigaciones actuales del doctor Rafael Palacios se enfocan en esas direcciones: «En un futuro, las investigaciones se enfocarán hacia el genoma humano el cual, nosotros ya estamos investigando, y es que hemos notado que puede tener de igual forma arreglos frecuentes, y eso pudiera repercutir favorablemente en una especie de predisposición a enfermedades».

Una parte importante en esta labor ha sido el apoyo de parte de la universidad hacia los proyectos del galardonado con el Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias en 1979, «el papel de la universidad ha sido fundamental, todo el apoyo de la UNAM, la cual nos ha protegido de ciertas crisis económicas, y ha privilegiado el desarrollo de la ciencia», afirma el cientí­fico; hace un señalamiento fundamental: «En México hay lugares donde se hace ciencia de muy alto nivel».

Cabe mencionar que en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos se encuentran lo investigadores mexicanos, de los cuales 7 desarrollan sus labores en la máxima casa de estudios del paí­s. Ahora, con este nuevo nombramiento se consigue, en palabras del nuevo miembro, «un logro que demuestra que en México se puede hacer ciencia de alta calidad».

Trabajo en equipo

El también profesor y tutor de estudiantes universitarios ha seguido con un camino en sus investigaciones muy cargado al lado de la colaboración, del trabajo en equipo. De allí­ parte para hacer una crí­tica sana: «En el paí­s en general (sobre todo en lo que respecta a los sistemas de evaluación) se ha privilegiado más el trabajo individual. Se pide para considerar a un investigador que incluso pueda demostrar cierta independencia, y eso se interpreta como aislados». Cuando él, afirma, siempre ha luchado por trabajar en colaboración, pues «sin lugar a dudas, seguro estoy de que si se trabaja en equipo generará en mejores resultados en las investigaciones».

Con el ánimo de querer mejorar las cosas, el doctor Palacios enumera los desde su óptica son los grandes problemas que merman el trabajo cientí­fico: ¡primero está que el trabajo en equipo que no ha sido valorado; en segundo lugar que se coloca la cantidad por encima de la calidad (por ejemplo el Sistema Nacional de Investigadores o la misma UNAM, donde en general, se fijan más en el número de trabajos que en el contenido de ellos); y un tercero que comienza y debe detenerse es que se está exigiendo que investigadores jóvenes formen a otros todaví­a más jóvenes y esa labor se, debe dejar a los investigadores con más experiencia».

Y para apoyar esta idea, el biólogo por la UNAM es un ejemplo palpable, pues para ingresar a la Academia de Ciencias de Estados Unidos se revisó un número de trabajos que no debe superar los 12; el candidato es postulado por los miembros de la misma Academia, y el del doctor Palacios aún desconoce quién lo promovió para nombrarlo miembro, y la propuesta debe ser en un texto de 250 palabras.

El ganador del Premio Academia del Tercer Mundo de las Ciencias en 2003 regresa un poco al punto de la cantidad sobre la calidad en las investigaciones, «en el SNI luché por dentro para que se revisara la calidad, pero para ser investigador de nivel 111 se pide que la gente tenga 50 trabajos publicados, y tiene su lógica esto, pues es mucho más fácil contar trabajos que leerlos o revisarlos!

Desde su perspectiva «es muy complicado, casi podrí­a afirmar que no se puede hacer ciencia a partir del trabajo individual, mas a pesar de todo se hace ciencia, es una labor importante para el paí­s». Se le inquiere sobre la fuga de talentos en nuestro paí­s, a lo que comenta: «el desarrollo cientí­fico es más difí­cil en un paí­s como México, por eso muchos hemos decidido quedarnos aquí­, tuve oportunidades en Stanford, en Harvard, pero preferí­ mi paí­s, es un reto mayor nuestro trabajo aquí­».

Innovación académica

Para Rafael Palacios de la Lama es importante que los jóvenes: «Tengan la certeza de que en México con las limitaciones que existen, con las condiciones que se conocen, se hace, se desarrolla mucho trabajo cientí­fico. No tengan miedo, sino entusiasmo.

Es una carrera, un reto, pero con enormes satisfacciones». Y recomienda que «no se dejen llevar por ideas erróneas que dicen que los investigadores se mueren de hambre, al menos los buenos investigadores no, llevamos una vida muy decorosa con retos y satisfacciones».

Hace un balance para seguir con la propuesta: «En general las carreras tradicionales de nuestro campo (como lo son medicina, quí­mica, biologí­a) son profesionalizantes que preparan al individuo a situaciones directas con la sociedad, pero a veces no con la ciencia. En el caso de la investigación a ello se le debe agregar el desarrollo cientí­fico». Viene una remembranza que acompaña la experiencia: «Hace treinta años hubo una idea del doctor Jaime Mora para crear una carrera que desde la licenciatura tuviera un perfil con mayor peso en el desarrollo cientí­fico, y eso dio lugar a la aparición de la Licenciatura en Investigación Biomédica Básica. La carrera va formando jóvenes como investigador, esto se logró en parte porque los profesores y egresados trabajaron para ello».

Recientemente, durante el rectorado del doctor Juan Ramón de la Fuente, «se nombró una comisión en el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno, y nos pidió un plan de desarrollo para la carrera y la propuesta fue la creación de la Licenciatura en Ciencias Genómicas, que ya lleva tres generaciones, y sin lugar a dudas aquí­ está la clave para el desarrollo de la investigación genómica en México, un desarrollo multidisciplinario».

Los resultados palpables de estas generaciones los veremos en cinco o seis años, pero ha habido casos, de investigadores de alto nivel, muchos extranjeros que han venido a platicar y trabajar con los mismos jóvenes, que cuando mandan sus comentarios al doctor Palacios, «la mayorí­a son gratos y se sorprenden de la calidad de nuestros estudiantes, los comparan o los ponen por encima de los que estudian en las universidades más famosas y prestigiadas del mundo».

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