El Sendero del Peje
15 de enero de 2010
Notimex
El especialista en trasplantes de médula, Alejandro Madrigal, lamentó que dirigents religiosos y políticos usen su poder para limitar los derechos de la mujer y la soberanía de su cuerpo.
México.- Alejandro Madrigal, especialista en trasplantes de células madre, lamentó que dirigentes religiosos y políticos usen su poder para limitar los derechos de la mujer y su libertad sobre la soberanía de su cuerpo y su planeación familiar.
El científico mexicano expresó lo anterior en una misiva enviada a la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz, para expresar su respaldo al pronunciamiento de ella y de ex presidentes de la AMC contra las legislaciones que criminalizan el aborto en 18 entidades del país.
El también miembro de la AMC consideró que condenar el derecho de las mujeres al control y la planeación de su vida reproductiva es un retroceso, no sólo para la ciencia, sino para la evolución humana.
Señaló que, desde el punto de vista de la ciencia, «esta postura tan retrógrada también tiene la intención de condenar y ligar el uso de células madres embrionarias con el derecho de la mujer al aborto».
El director científico del Instituto de Investigación Anthony Nolan y profesor titular de la Cátedra de Hematología de la Universidad de Londres planteó que vivimos una revolución científica en donde miles de pacientes se benefician gracias al trasplante de células madre.
Cada año, indicó, se llevan a cabo más de 10 mil trasplantes de células madre como cura para pacientes con leucemias y otras enfermedades malignas.
Si pudiéramos hacer más efectivo el uso de células madre, dijo, ese procedimiento se podría extender a enfermedades como diabetes y artritis.
«Cada uno de nosotros tenemos un familiar que se beneficiaría de estas medidas terapéuticas innovadoras», aseguró.
Para ello, expuso, se requiere desarrollar más conocimiento sobre el manejo de células madre, tanto embrionarias como troncales, así como dar más libertad sobre su uso, el cual debe ser regulado por comités éticos de evaluación.
Madrigal puntualizó que la decisión de recurrir a un aborto ya de por sí tiene una gran complejidad individual y personal para la mujer, «que va más allá del entendimiento de las instituciones inquisitorias».