Las científicas tenemos pocos hijos, Rosaura Ruiz

La Crónica de Hoy
10 de mayo de 2008
Isaac Torres Cruz

Hace 33 años, Rosaura Ruiz, la nueva y primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), llevaba a su única hija al laboratorio y a sus prácticas de campo mientras concluía su tesis de licenciatura.

Tiempo después sería su acompañante infalible en las clases de evolución en la maestría, donde la pequeña escuchaba con atención las discusiones de su mamá con su maestro, quien era también sacerdote “por extraño que suene”.

Todo transcurría con la naturalidad de una madre joven que vinculaba la maternidad con el quehacer en casa, sumados al demandante abanico de colores de la ciencia y la academia.

“La ciencia y la investigación son sin duda más absorbentes que otros oficios, sin embargo con el apoyo de otras mujeres me fue posible disfrutar de mi carrera y de mi maternidad”, señaló en entrevista.
Agregó que lo más común en el medio científico son las familias pequeñas, debido a que los tiempos que requieren los infantes no son los mejores para los padres, cuyos días enteros pueden transcurrir en los laboratorios y salones de clases.

“Son muy pocas las amigas y colegas en el medio que tienen más de tres hijos, que ya es un número grande, y hay quienes optan por no tener ya que su profesión puede absorber todo”.

La investigadora señaló que gracias a su hermana, su mamá y suegra, así como de las guarderías, tuvo la oportunidad y privilegio de educar satisfactoriamente a su hija Rosaura, quien es académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Apuntó que si bien actualmente el papel de los hombres ha mejorado en el cuidado de los hijos, “aún hace falta educarlos para que actúen con mayor protagonismo y enseñarles a disfrutarlo.

“Las mujeres nacemos con la preparación para procurar a los hijos, sin embargo para los hombres es algo alejado de su naturaleza”.

La científica mexicana dijo que esto cambia gradualmente conforme se moderniza la sociedad y los varones, cada vez más preparados, asume responsabilidades que hace treinta años eran impensables.
Respecto al Día de las Madres, Rosaura Ruiz señaló que es uno de los pretextos inmejorables para reunir a las familias como Navidad y Año Nuevo.

“Muchos no dejamos de considerar este día como cursi, sin embargo en el fondo sabemos cómo nos llena de alegría ver a la familia reunida, tener a los hijos cerca”.

PRESIDENTA. La también secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM tomó recientemente posesión como la primera mujer a cargo de la AMC, con objetivos claros sobre las acciones que debe desempeñar la institución, como la equidad de género y con los investigadores jóvenes.

“El desequilibrio en el acceso a la educación científica y tecnológica, los estereotipos, la participación femenina minoritaria en puestos de decisión en la educación superior, las barreras institucionales y culturales, impiden el desarrollo de las mujeres en este ámbito”, señaló en su discurso, con el que inauguró el XLIX Año Académico de la AMC.

En presencia del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el director general del Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks, y José Narro, rector de la UNAM, así como de su predecesor, Juan Pedro Laclette y más de 500 científicos, la funcionaria académica apuntó que promoverá acciones orientadas a lograr la igualdad de oportunidades para mujeres en la actividad científica.

COMPETITIVIDAD. Puntualizó además que desde la AMC propiciarán mejorar la transparencia de las empresas que reciben apoyo del Conacyt, mediante estímulos fiscales para el desarrollo de ciencia y tecnología aplicada.

“Plantearemos cómo deben distribuirse estos fondos y qué normas deben acatar las empresa interesadas, ya que aún no es posible determinar cuál ha sido el impacto en desarrollo tecnológico de éstas pues no se ha realizado una evaluación basado en indicadores utilizados mundialmente, como las patentes.

Enfatizó la importancia de sumar a los empresarios al proyecto de desarrollo del país, para que disminuyan sus importaciones de tecnología, “que es muy costosa, y que no permite el desarrollo independiente y soberano del país.

En la país tenemos una de las tasas inventivas más bajas del mundo y una de las más altas de dependencia tecnológica porque todo lo importamos”.

Rosaura Ruiz dijo además que las limitaciones económicas y de infraestructura en el país se deben a la falta de inversión tecnológica, uno de los factores por los cuales México ha descendido diez lugares en el Índice Global de Competitividad en menos de una década.

DEBATE ENERGÉTICO. La científica apuntó también que la AMC hará oír su opinión en temas coyunturales como la reforma energética, y así proporcionar ideas sustentadas de importantes científicos mexicanos.

“Debe de haber sensibilidad de la clase política sobre nuestra opinión, porque no es posible que soslayen a las personas que han dedicado su vida a estudiar temas como éste”.

Agregó que por ello presentarán su Programa Nacional de Investigación en Energía, el cual proporcionará un panorama sobre el tema hecho por los mejores científicos mexicanos.

Enfatizó también que México debe de hacer investigación científica tecnológica para disponer de energías renovables, “debido a que el petróleo se acabará en diez años y no podemos enfocar todas las políticas en dicho energético.

“Nuestra visión debe ser más amplia y pensar a futuro para no seguir perdiendo competitividad”.

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