La Jornada en la ciencia
18 de febrero de 2010
AMC. La biomedicina será, sin duda, la ciencia de este siglo, donde se verá el impulso del entendimiento del genoma y proteoma humano, así como el desarrollo de nuevas metodologías para el diseño de medicamentos, manifestó Aaron Ciechanover, premio Nobel de Química 2004.
El destacado científico israelí aclaró que dichos avances deberán ir de la mano con la bioética para evitar el abuso del conocimiento y señaló que los avances de la humanidad, especialmente los relacionados con la salud, deben ser accesibles para todos los seres humanos del planeta
Durante su primera visita a México, invitado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Ciechanover dictó la conferencia Proteolisis intracelular mediante el sistema de
ubiquitina-proteosoma: de los mecanismos básicos a las enfermedades humanas y los fármacos dirigidos, en el Auditorio del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ante un auditorio compuesto en su gran mayoría por jóvenes estudiantes de carreras científicas, el profesor distinguido del Centro de Cáncer y Biología Vascular de la Facultad de Medicina Rappaport, en Haifa, Israel, habló sobre el descubrimiento que lo hizo merecedor del Nobel.
Al explicar la importancia de los mecanismos de degradación de las proteínas a nivel celular, considerado fundamental para la biología, dijo que todos los seres humanos degradan diariamente entre el 5 y el 7 por ciento de todas sus proteínas, contrario a lo que se pensaba hace unas décadas: que las proteínas permanecían sin cambio en el organismo.
Tras hablar sobre la historia de su descubrimiento, la proteolisis celular mediante el sistema ubiquitina-proteosoma, Aaron Ciechanover subrayó que este sistema juega siempre un papel, principal o secundario en el desarrollo de todas las enfermedades degenerativas, como el cáncer, el mal de Parkinson y el Alzheimer, entre otros.
En este sentido, dio a conocer que ya existen dos fármacos empleados en el tratamiento del cáncer, los cuales se basan en su descubrimiento y mismos que pronto estarán en el mercado.
Al hablar sobre el trabajo de las compañías farmacéuticas, el investigador del Instituto de Investigación Technion en Israel consideró que éstas deben escuchar a los científicos al desarrollar nuevos medicamentos.
Asimismo, opinó que esta industria tiene el objetivo de generar ganancias y el derecho de proteger sus desarrollos científicos y tecnológicos, pero que también deben dar beneficios a la sociedad. Sin embargo, consideró que los científicos, las farmacéuticas y los gobiernos deben hacer un esfuerzo conjunto por lograr que los medicamentos lleguen a todos.
Tras su conferencia, en entrevista con los medios de comunicación, opinó que México debe desarrollar una buena plataforma científica y educativa, y la mejor forma de hacerlo es desde su propia comunidad científica.
Por otro lado, invitó a nuestra nación a seguir el ejemplo de su país, que vive de la ciencia y la tecnología y donde la mayoría de sus exportaciones son producto del conocimiento.
Previo a la conferencia, la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez, dio lectura a la semblanza curricular del Nobel y reconoció al connotado científico por sus aportaciones para la comprensión de los mecanismos celulares.
A la conferencia asistieron Annie Pardo Semo, coordinadora de Estudios de Posgrado de la UNAM y anfitriona del Nobel, y Marcia Hiriart Urdanivia, directora del Instituto de Fisiología Celular de esa casa de estudios.
La conferencia de Aaron Ciechanover fue transmitida, vía videoconferencia, a los institutos de Biotecnología y de Neurobiología de la UNAM, en Cuernavaca y en Querétaro, respectivamente, así como vía webcast.