José Solorio promueve la computación entre los niños de Michoacán

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01 de marzo de 2006
Mariana Chávez

Nació en México pero se crió en Estados Unidos, pues cuando tení­a 8 meses de edad sus padres, originarios de Michoacán, emigraron a ese paí­s en busca de mejor vida. Hoy de 37 años y convertido en concejal de la ciudad de Santa Ana, en el condado californiano de Orange, José Solorio no sólo se preocupa por facilitar el acceso a la educación de los hispanos de esa comunidad, sino de los niños de Ticuí­taco, poblado nativo de los padres del concejal, donde gracias a sus buenos oficios hoy funciona un centro de cómputo que les facilita el dominio de las matemáticas al tiempo que les despierta el interés por seguir aprendiendo.

Cuarto de 6 hermanos, Solorio comenzó muy joven a laborar en el campo junto a sus padres, aunque sin dejar de lado la escuela, Mientras trabajaba, estudió ecologí­a social en la Universidad de California, donde mostró sus dotes de lí­der al conformar un grupo escolar de estudios bí­blicos para hispanos, que en ese entonces sumaban el 10% del alumnado Más tarde fue electo presidente de los estudiantes, para quienes dispuso lí­neas telefónicas directas a la Asamblea Legislativa del estado y a la rectorí­a de la universidad, para asegurarse de que sus peticiones llegaran a las personas correctas: -Entre otras cosas, logramos impedir un aumento desmedido de la colegiatura -se ufana.

Inversión productiva: Al graduarse se instaló en Sacramento y consiguió empleo en el Senado estatal, donde hacia recomendaciones para el reparto del presupuesto anual (2,000 millones de dólares) de 3 agencias senatoriales. Después realizó una maestrí­a en polí­tica pública en la Universidad de Harvard y, al concluirla, fue contratado como vicepresidente de una empresa de mercadotecnia y relaciones públicas, en la cual implementó campañas para publicitar productos mexicanos en Estados Unidos y viceversa.

Convencido de que los estadunidonses de origen hispano, en general, y los de raí­z mexicana, en particular, deben jugar un papel más preponderante en la polí­tica de su para adoptivo, Solorio se acercó al organismo civil Coalition for children (Coalición por los niños), con el que realiza en conjunto cursos y talleres para desarrollar el liderazgo de los jóvenes. Ese trabajo le ganó empatas y en noviembre de 2000 fue electo concejal de Santa Ana, de cuyos 350,000 habitantes el 76% son hispanoamericanos. Fue reelecto en 2004 y permanecerá en el cargo 4 años más.

En 2001 Solorio se unió a la Federación Michoacana, integrada por emigrantes, la cual ese año abrió en el condado de Orange una representación y una tienda donde se expanden artí­culos y artesaní­as de Michoacán, También se adhirió al programa «3 por uno», consistente en que por cada peso aportado por los emigrantes para invertir en proyectos productivos las autoridades federales, estatales y Municipales mexicanas aportan 3 más.

En agradecimiento por tales tareas, en 2003 el municipio de la Piedad, Mich., organizó un homenaje a Solorio, Durante el festejo, el concejal conoció al profesor José David Ramí­rez, coordinador regional de bibliotecas públicas de la Piedad (conformada por 11 municipios), quien le explicó que desde 1997 funcionan en 12 comunidades michoacanas módulos de computación auspiciados por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y le pidió auxilio para instalar uno más en Ticuí­taco.

Por sugerencia de Solorio, la Federación Michoacana destinó 3,000 dólares al proyecto, de los cuales 2,000 se emplearon en la adquisición de 4 computadoras y el resto en becas Por su parte, la AMC impartió cursos de capacitación a los lugareños y suministró los programas.

Liga indisoluble: Inaugurado en julio de 2004, el centro de cómputo no brinda mera capacitación laboral, sino que sus talleres buscan estimular la curiosidad de los niños y motivarlos a desarrollar sus habilidades de pensamiento, aprendizaje y conocimiento.

Para tal fin dispone de programas como Micromundos Pro diseñado para que los niños de primaria aprendan programación, Los de secundarla utilizan El Geómetra, diseñado para fortalecer la comprensión de las matemáticas, una de las materias con la que los adolescentes suelen tener mayores problemas Los talleres duran 21 horas, impartidas en 2 sesiones semanales de una hora y media. Si un niño de primaria avanza lo suficiente puede acceder a El Geómetra: -Sólo hay 2 ví­as seguras de salir de la pobreza: el trabajo productivo y la educación. que hoy en dí­a está ligada indisolublemente al aprendizaje y correcto manejo de la tecnologí­a (asegura.

Validos del Micromundos pro, los niños michoacanos ya elaboran programas educativos, como uno que muestra las rutas migratorias y lugares de arribo de la mariposa Monarca, y otro que versa sobra la elaboración del pan en el municipio de Numarán, famoso porque se conserva blando y en buen estado hasta 6 meses. No conforme con esos logros, Solorio ya planea conectar el centro de Ticuí­taco a Internet, para ampliar aún más los horizontes de los niños: -Así­ podrán asomarse al mundo y encontrar maneras de mejorarlo, empezando por su propia comunidad -asevera el concejal.

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