Reforma
4 de marzo de 2014
Diana Saavedra
Ciudad de México.- Aunque algunas naciones tengan abundancia de agua, no deben abusar del recurso, explicó el Embajador de Suecia en México, Jörgen Person.
El funcionario precisó que la política medioambiental en Suecia enfatiza el cuidado del recurso y el fomento entre los jóvenes de su uso racional.
Person, junto con María Luisa Torregrosa, coordinadora de la Red del Agua de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y José Franco, Presidente de la Academia, invitaron a jóvenes de nuestro País a participar en el Premio Nacional Juvenil del Agua 2014.
«En naciones como México, con los recursos tan limitados, la gente en general debe adaptarse y no sobregastar. Muchas veces el mecanismo ideal es tener que pagar el precio justo por lo que se gasta, porque entonces se gasta menos», dijo Person.
El precio justo por el líquido, enfatizó, depende de la abundancia del líquido, si se tiene poco, el costo por su uso debe ser mayor, pero «la gente tiende a pensar que el agua es un derecho y por eso pueden tener lo que quieran, pero así no es. Debemos compartir los recursos».
Person subrayó que ésta es una solución muy sencilla a un problema que afecta a todos, pero está consciente de que ponerlo en práctica tiene un costo político que no muchos quieren pagar.
De ahí la importancia de apoyar proyectos novedosos y altamente eficientes, añadió María Luisa Torregrosa.
Desde 2000, la Embajada de Suecia y la AMC han invitado a jóvenes entre 15 y 20 años a elaborar proyectos de investigación sobre temas como sequía e inundaciones, agua subterránea, desalación, higiene y contaminantes.
Los interesados pueden consultar las bases de participación en www.amc.mx. Los ganadores, además de obtener 40 mil pesos, podrán viajar a Suecia para participar en la Semana Mundial del Agua, que se realiza en Estocolmo.
Un breve estudio de la Academia para conocer el impacto que han tenido los trabajos desarrollados en ediciones anteriores reveló que, si bien todos los ex ganadores estudian actualmente carreras científicas, el 69 por ciento ya no trabaja en los proyectos que les llevaron a Suecia.
Entre las razones destaca la falta de tiempo para dedicarse al proyecto, así como que ahora son estudiantes universitarios.
Eso sí, aquellos que aún están dedicados a su proyecto manifiestan el orgullo de que éste ha crecido y que nuevos jóvenes se siguen involucrando.
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