El Economista
24 de febrero de 2014
Notimex
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) propuso desarrollar un nuevo sistema de etiquetado de los alimentos industrializados, pues consideró que el hecho de manera voluntaria no guía y posiblemente desorienta a los consumidores.
El director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición de dicho instituto, Simón Barquera, declaró que más que alguna autorregulación, ese etiquetado es para las empresas “un sistema de promoción de sus productos, porque los hace ver con un perfil nutricional adecuado cuando a veces no lo tienen”.
Además los porcentajes de recomendación se basan en una dieta de dos mil calorías al día, lo que no corresponde a los requerimientos energéticos de los consumidores meta de un cierto producto, los cuales varían según grupos de edad y sexo.
Por ejemplo señaló que de acuerdo con documentos oficiales de la Secretaría de Salud, un preescolar necesita 1,300 kilocalorías al día; un adolescente, 2,183 kilocalorías; un hombre mayor de 70 años, 1,800 kilocalorías en promedio, mientras que una mujer de la misma edad sólo requiere 1,400 kilocalorías.
Ante ello el INSP propuso, en conjunto con un comité de expertos interinstitucional, establecer un sello binario que recomiende los productos que, dentro de su grupo de alimento, tenga el mejor perfil en su contenido de azúcar, grasas saturadas y sal.
El también miembro de dicho comité expuso que para aplicar ese nuevo sistema de etiquetado, primero se debe definir a los grupos, pues no sería correcto comparar el contenido de nutrimentos de un cereal con el de una bebida, comentó.
La propuesta, explicó, plantea establecer “puntos de corte” por cada grupo de alimento y tipo de nutrimento; para definir esos límites, se tomaría el nivel máximo y el mínimo que se encontrará entre todos los productos incluidos en determinado grupo.
El intervalo entre estos dos valores se fraccionaría en cinco intervalos más pequeños, de manera que se tuviera un primer conjunto con aquellos productos que tuvieran el nivel más bajo de sal.
Por ejemplo, un segundo conjunto que tendría un poco más de sal y así sucesivamente el tercero, el cuarto y hasta el quinto conjunto, que tendría el mayor contenido de sal, expuso en un comunicado emitido por la Academia Mexicana de Ciencias.
De esta manera los productos que accederían al sello binario serían aquellos cuyo contenido de los tres nutrimentos -azúcar, grasa y sal- estuviera dentro del conjunto más bajo, y además se señalaría el total de calorías de todo el producto y no por porciones, añadió.
De acuerdo con el investigador y director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, estos puntos de corte son iniciales y se podrían modificar en el futuro.
“Lo que hay que hacer es buscar un sistema de etiquetado que sea fácilmente comprendido por toda la población y, de manera paralela, tener programas de educación nutricional para que la gente aprenda a tener un estilo de vida más saludable”, subrayó Barquera Cervera.
mac