Milenio Diario
2 de noviembre de 2006
Antimio Cruz
Agradece enseñanzas de Marcos Moshinsky
Más allá de la relación qu tiene la simetría con valores estéticos como la armonía, la belleza y la unidad, la física se ha nutrido cada vez más de los estudios de simetría y supersimetría para conocer las propiedades y predecir el comportamiento de un conjunto de objetos sumamente elusivos: los núcleos de átomos.
Pieter Van Isacker, uno de los líderes mundiales en física teórica y miembro de los Consejos de Planeación de los principales laboratorios de física nuclear de Europa, subrayó la importancia que tuvo en s u carrera «aprender en México los principios de la simetría», durante una ceremonia en la que ingresó como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias-.
«Recuerdo con mucha precisión aquellas sesiones fantásticas que teníamos algunos estudiantes con el maestro Marcos Moshinsky, en su oficina de la UNAM, cuando estudié un postdoctorado en el Instituto de Física y, posteriormente en el Centro de Estudios Nucleares (hoy Instituto de Ciencias Nucleares). Ahí comencé a pensar y trabajar en los temas sobre a correcta correspondencia de las partes de un todo», dijo en la ceremonia el investigador originario de Bélgica.
Gracias a la simetría, elevada a niveles más complejos a través de la teoría matemática de grupos, Van Isacker ha hecho importantes contribuciones para explicar las relaciones que ocurren entre los protones y neutrones dentro de los núcleos de diferentes átomos.
Gracias a los estudios de simetría y supersimetría que realizan teóricos físicos como Pieter Van Isacker se pueden predecir propiedades de un núcleo antes de hacer cálculos detallados; establecer analogías con otros núcleos y describir variaciones de un modo más riguroso.