Reforma
15 de junio de 2014
Iván Sosa y Juan Santana
Maren Méndez, estudiante de quinto grado en una primaria de Azcapotzalco, llegó temprano a la explanada del Museo Universum en Ciudad Universitaria para armar un robot didáctico.
Ella y otros mil 866 niños lograron ser parte de un Récord Guinness.
Inscrita como participante, Maren recibió una bolsa con 23 piezas, las cuales se ocupó de ensamblar para integrar el robot que, con un motor, fue activado a través de un circuito electrónico diseñado por el organizador, Enrique Ruiz.
«El objetivo es demostrar que cualquier persona puede armar un robot básico, como una forma de despertar el interés por la ciencia y la tecnología, sólo con motivar la curiosidad», comentó Ruiz, doctor en Robótica e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
A Minerva Tamayo, estudiante de secundaria en Cuautitlán Izcalli, le tomó 20 minutos analizar las piezas, realizar algunos ensambles y encontrar el armado correcto.
«Es como armar un rompecabezas con una utilidad más allá del entretenimiento, como una manera de generar la inquietud por algunas materias desde pequeños», indicó el profesor en robótica, Francisco Vargas.
A las 12:30 horas de ayer, se logró el Récord Guinness avalado por jueces que constataron cómo se produjo el mayor número de robots en movimiento ordenado por los tonos del teléfono celular del organizador, en un evento que se realizó al mismo tiempo en la Universidad Autónoma de Puebla.
Unos 850 poblanos fueron parte de Roboteando 2014.
Desde las 9:00 horas se dieron cita los participantes que formaron sillas voladoras, una tarjeta, un motor y un botón con la leyenda «Yo participé en un Récord Guinness».