Diario de Mallorca
26 de marzo de 2009
EFE
La llamada «fuga de cerebros» y la necesidad de las energías renovables ante el cambio climático centraron hoy las discusiones de la primera de las dos jornadas del G8 de Ciencia que se celebra hasta mañana en Roma y en el que además participan México y Brasil.
Esta reunión de expertos, provenientes de distintas academias de ciencia, es más que un G8 un G14, pues además de las siete mayores economías mundiales y Rusia participan las potencias del G5, así como Egipto en calidad de observador.
México y Brasil, que forman parte del G5, estuvieron representados por José Franco y Jacob Palis, quienes, en declaraciones a Efe, explicaron las posturas planteadas por sus países en una reunión que concluirá con un documento conjunto que será llevado a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G8 del próximo julio en la isla italiana de La Magdalena.
La «fuga de cerebros», término que define la marcha del personal cualificado ante la falta de oportunidades, supone «una migración que es muy dañina para el país de origen, pero que es un plus para el país que la recibe, porque no ha tenido que intervenir en la formación», aseguró Franco, secretario de la Academia mexicana de la Ciencia.
«En el caso de México, la razón por la que ha habido esta fuga es porque no hay empleo real», añadió el investigador, quien afirmó que el asunto de la marcha del personal cualificado de su país al extranjero es una cuestión que ya han planteado al Gobierno mexicano.
Según Franco, la marcha de los trabajadores más cualificados es el fruto del «fracaso» de las políticas gubernamentales y empresariales de México en las últimas décadas.
Por su parte, Palis, representante de la Academia brasileña de las Ciencias no contempla la «fuga de cerebros» como un problema real que afecte a Brasil, que, según él, favorece la formación de personal cualificado en los países menos desarrollados.
«La posición de Brasil a este respecto es que tenemos programas muy solidarios con los países menos desarrollados para formar a los trabajadores», dijo el matemático brasileño.
Palis quiso enfatizar la apuesta de Brasil por la utilización de los biocarburos como alternativa a la escasez de recursos energéticos tradicionales a la que puede hacer frente la humanidad en un futuro.
En este sentido, el matemático brasileño afirmó que «los biocombustibles pueden ser una parte importante de la matriz energética, especialmente el etanol de caña de azúcar, que tiene buenas calidades y es eficiente en lo energético».
México no comparte esta postura, según Franco, pues la utilización de los biocombustibles genera CO2 dañino para el medioambiente.
Franco apostó, por el contrario, por energías como la hidráulica, la eólica o «incluso la nuclear» como soluciones de un futuro en el que el petróleo puede escasear y las alarmas sobre el calentamiento global pueden haberse hecho mayores.
Según el experto mexicano, hay que conseguir máquinas más eficientes que contaminen menos y así evitar que en 2025 los veranos sean como el de 2003, uno de los más calurosos que se recuerdan.