Reforma
11 de enero de 2013
Diana Saavedra
El Mapa de Capacidades Científicas, propuesto por Conacyt, será clave para ayudar en la solución de problemas, aseguran
Ciudad de México .- Aunque se dice optimista, el doctor Pablo Rudomín, Premio Nacional de Ciencias y Artes y creador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, espera que el plan de trabajo de Enrique Cabrero Mendoza al frente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se concrete y no sean solamente buenas ideas.
«Soy científico experimental y los hechos son los que cuentan, porque hemos vivido mucho tiempo con buenas intenciones», comentó a REFORMA.
Sobre la posibilidad de que sean instalados centros de innovación, por parte de las grandes compañías, en México, Rudomín reconoció que durante muchos años se ha tratado de lograr la vinculación academia-empresa, sin mucho éxito.
«El interés de la industria en invertir será manifiesto cuando ellos vean que eso les permite competir adecuadamente y tener más márgenes de ganancia. No son filántropos», dijo.
Aun así, el especialista del Centro de Investigación y Estudios Avanzados coincidió con los doctores José Franco, José Antonio de la Peña y Gerardo Jiménez en que las ideas de trabajo del nuevo titular del Conacyt son realistas y posibles.
«El planteamiento es bastante realista, ahora hay que aterrizarlo y eso no es fácil. Requiere de esfuerzos reales, específicos y conjuntos entre el área científica, tecnológica y empresarial, con metas y tiempos definidos», consideró Jiménez, Presidente de Biotecnología de la OCDE.
A su vez, José Franco, Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, señaló que el Mapa de Capacidades Científicas, propuesto por Conacyt será clave para ayudar en la solución de problemas como la energía, el agua y la educación.
«El sistema de ciencia, tecnología e innovación necesita expandirse, en varias direcciones y uno de los temas inmediatos es generar nuevos centros de investigación y para eso hay que definir nichos de crecimiento», precisó Franco.
Finalmente, el director del Centro de Investigación en Matemáticas, José Antonio de la Peña, destacó el aumento de personal como fundamental pues la planta científica envejece y se está llegando a niveles alarmantes.
«Las propuestas son de crecimiento y si son de apoyo para hacer una inversión de esfuerzo bien dirigida serán bien tomadas por la comunidad científica», comentó De la Peña.
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