El Universal
12 de enero de 2009
Rosaura Ruiz
Rosaura Ruiz
Evolución
12 de enero de 2009
Más sobre el diseño inteligente
Asociaciones civiles y científicos mantienen una lucha frontal contra la enseñanza de la teoría de la evolución en escuelas públicas de EU; la discusión ha llegado a tribunales
La creación del movimiento del diseño inteligente se le atribuye al abogado creacionista Phillip E. Johnson, con la publicación de El juicio a Darwin (1991), en el que establece la necesidad de luchar contra la enseñanza de la teoría de la evolución, por considerarla un avance del materialismo ateo contra los cimientos de la religión y de la dignidad del ser humano como creación suprema de Dios.
Johnson, junto con varias asociaciones civiles como el Discovery Institute en Seattle, Estados Unidos, y científicos como Michael J. Behe, William Dembski y Jonahan Wells, mantienen una lucha frontal contra la enseñanza de la teoría de la evolución en las escuelas públicas de Estados Unidos, llevando la discusión a los tribunales, siendo el caso más reciente el de una pequeña comunidad en Devon, Pennsilvania, en donde un grupo de padres de familia demandó al distrito escolar por aceptar la enseñanza del diseño inteligente como parte de las clases de biología.
El diseño inteligente se ha propuesto llevar su postura ante foros religiosos y políticos, entre los que tiene gran apoyo, ya que la discusión normalmente ha sido planteada en términos filosóficos y religiosos y son muy pocos los científicos que han mostrado interés en apoyarlo. Muestra de esto último, es el hecho de que no se encuentra ningún artículo sobre diseño inteligente en revistas científicas, aunque tiene una gran difusión en medios masivos (en los que se puede enfocar el tema hacia un público general, no especializado en ciencia) libros (sin ningún tipo de revisión) o internet. Una de sus principales estrategias es el conjuntar las diversas opiniones del gran espectro de creacionistas, formando un bloque opositor, que les permita por un lado buscar “evidencias” contra la evolución (como han sido los argumentos de Behe, arguyendo que a nivel bioquímico existe tanta complejidad que no puede haber surgido mediante evolución gradual), y por otro lado hacer proselitismo su postura.
La mayoría de los biólogos coincide en que los defensores del diseño inteligente muestran un mal entendimiento o ignorancia de lo que realmente es la teoría evolutiva, ya que se enfocan en lo que consideran los errores de la teoría darwinista, muchos de ellos planteados en su momento al mismo Darwin y que al día de hoy han sido salvados mediante las evidencias proporcionadas por la genética, la paleontología y la biología molecular.
Aunque es un movimiento que tuvo su origen en Estados Unidos y que tradicionalmente es donde se sigue discutiendo con mayor regularidad, en los últimos años se han empezado a hacer notar en otros países, como Brasil, Italia, Chile, España, Turquía y Australia, en donde se distribuyen libros y revistas alusivos al tema, así como un sinnúmero de conferencias, que han permitido por un lado difundir el tema, y por otro fortalecer su posición, particularmente dentro del campo de la política (como es en el caso de Estados Unidos, donde desde el gobierno federal ha habido muestras públicas de apoyo al diseño inteligente, y por consiguiente, en contra de la evolución).