La Jornada
10 de septiembre de 2005
José Galán
René Drucker Colín, coordinador de la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, sostiene que la desatención del gobierno del presidente Vicente Fox ha hecho de éste «un sexenio negro» para la ciencia y la tecnología, cuyo deterioro consideró difícil de revertir en por lo menos ocho o 10 años.
Por ello, en entrevista con La Jornada insiste en la necesidad de que los legisladores de todos los partidos suscriban «antes de que sea demasiado tarde» un pacto nacional en favor de la ciencia y la tecnología, «que comience a marchar por lo menos el próximo sexenio».
El nuevo director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Gustavo Chapela Castañares, «seguramente» caminará en esa dirección, confió. Para ello, ofrece el respaldo de la UNAM, «y seguramente muchas otras instituciones lo harán», inclusive para cabildear en tal sentido entre los legisladores.
-Quedan sólo 14 meses en la gestión del actual gobierno. ¿Hay tiempo de recomponer las cosas? ¿De retomar el rumbo? -se le pregunta.
-Dos cosas diferentes son lo que uno quisiera que fuera, y otra lo que podría ser que fuera. Y ojalá se pudiera retomar el rumbo, obtener un presupuesto más adecuado para la ciencia, que las becas no se vean afectadas ni el dinero para resolver las diferentes convocatorias. En suma, que todos los programas que tiene el Conacyt no se vean afectados. Eso es lo que uno quisiera ver.
«Porque, además, esto no debería depender de quién está al frente del Conacyt. Si ya hay unos programas definidos desde hace mucho tiempo, supuestamente había un presupuesto, aunque totalmente insuficiente, pero lo había; entonces corregir el rumbo es lo que se debería hacer.
«Ahora, con un nuevo director del Conacyt a estas alturas de este gobierno, pues se ve prácticamente imposible que cambien las cosas. Para efectos prácticos, falta un año.»
-A eso habría que sumarle la propuesta de presupuesto enviada por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, en la que disminuirían aún más los fondos para ciencia y tecnología.
-Sí -responde-, el Ejecutivo pide incluso ahora una disminución adicional para el presupuesto de la ciencia. En lugar de solicitar más presupuesto para poder acercarse a la figura que mencionó Fox durante su campaña y al inicio de su gestión, de uno por ciento del producto interno bruto (PIB) para ciencia y tecnología, nos vamos alejando.
«A lo mejor lo que quería decir realmente Fox es que deseaba realmente ir al uno por ciento del PIB, pero con el punto enfrente del uno y no atrás de él. A lo mejor no entendimos cuál era la propuesta: ‘quiero ir al uno’, pero entonces era al punto uno por ciento del PIB. La verdad resulta penoso que después de decir que está muy interesado en la ciencia, siempre lo dijo, cada vez que manda el presupuesto a los legisladores hay una disminución.
«La verdad es que es muy grave la situación. Si esto se aprueba de esta manera por, digamos, la Cámara de Diputados, va a resultar que la ciencia tendría aún menos de lo que le tocó el año pasado. Eso sería casi el fin de la actividad científica para este sexenio. De hecho, es ya un sexenio negro en ciencia y tecnología, no por la actividad de científicos e investigadores, sino por la lamentable situación de las políticas públicas al respecto.
«Ojalá el doctor Chapela haga la labor para convencer a la Cámara de Diputados de que eso no puede ser. Parece que el presupuesto, para el ramo 38, es decir, para los centros públicos de investigación bajo la responsabilidad de Conacyt, viene a la baja, incluyendo becas e infraestructura y, la verdad, si es así, resulta muy poco comprensible cuál es realmente la política de esta administración hacia la ciencia.
«La pregunta que se tendría uno que hacer es: ¿por qué se solicita menor presupuesto para una actividad que tiene que ver con el desarrollo del país? Francamente no lo entiendo.»
-Para la ciencia, los recursos son prácticamente todo. De allí se deriva…
-Bueno, son una parte muy importante. No recuerdo que haya habido una situación similar. Quizás en el periodo de Miguel de la Madrid se dio la menor inversión en ciencia y tecnología. Creo que en aquel tiempo llegó a 0.27 por ciento del PIB. A lo mejor Fox quiere emular ese periodo. Si es así, le está saliendo muy bien.
«Pero la verdad es que a la ciencia nunca se le ha dado el lugar que debería tener en este país. Pero ahora sí es realmente increíble el trato que se le da. Y si los diputados aprueban la propuesta del Ejecutivo, esto será una verdadera catástrofe que afectará toda una serie de cosas que tomaron mucho tiempo en ser construidas.
«Y hay que entender que la ciencia es cara, y que es una responsabilidad del Estado mexicano respaldar esta actividad, como también la tecnología y la educación superior.»
-Pues estos sectores también se van a ver afectados aún más por la propuesta del presupuesto para 2006.
-Claro, y lo que este país necesita es que se formen más doctores. Si hay menos dinero para investigación, los responsables no podrán atraer estudiantes y, por tanto, habrá menos doctores. Si ya de por sí formamos muy pocos, con esta política, pues menos.
-¿Cuál es la responsabilidad de Parada Avila en esto?
-Hay que decir que su administración al frente del Conacyt fue verdaderamente terrible. Muy mala. Un cambio de orientación sin brújula, sin entender claramente cuál es la función de la ciencia. Es cierto que los estímulos fiscales a las empresas son importantes, pero hay que ver que se haga bien. Todo es altamente preocupante, y ojalá en nuevo director, si bien no podrá cambiar dramáticamente las cosas, sí pueda impedir un deterioro adicional.
«Se podría revertir rápidamente si hubiera una política de Estado, en la que el gobierno considere a la ciencia una prioridad nacional, le dedique una política agresiva y trabaje con las instituciones de manera integral. Si no es así, pasarán más de 10 años para retomar un rumbo de crecimiento y de importancia científica.
-¿Cuál sería el primer punto a atacar?
-La disminución del presupuesto, y regresarlo por lo menos a donde estaba en el año 2000, que era 0.4 por ciento del PIB. Por lo menos con eso. Actualmente está en 0.37, y ahora se solicitó una disminución a 0.33 por ciento.
«Son prácticamente siete centésimas de disminución, muchos miles de pesos. Por lo menos se debería tratar de resarcir esa cantidad a la ciencia y ponerla al mismo nivel en que se encontraba cuando comenzó este gobierno. Ojalá lo consiga el doctor Chapela, y en ello estamos dispuestos a colaborar no sólo la UNAM, sino toda la comunidad científica, para dialogar, convencer e inclusive presionar a los legisladores para lograrlo.
«Hace algún tiempo, incluso, propuse la necesidad de que los legisladores de los diferentes partidos hagan un pacto nacional en favor de la ciencia y la tecnología, en el cual se considere que la ciencia es un elemento fundamental para el desarrollo de la nación; es más, es la principal palanca para el desarrollo de los países. Que la ciencia no se tenga que discutir ni negociar entre partidos, sino que tenga el alcance de un pacto nacional. Que tengan claro que la ciencia es un área estratégica para el país, inclusive de seguridad nacional, como la consideran otros países. En muchos sectores hay consenso. Los mismos diputados están de acuerdo.
«Y realmente no es fácil reunirse con los partidos políticos. Están demasiado ocupados en las campañas, en pelearse entre sí, y en pequeñas defensas de feudos, pero poco preocupados en el desarrollo de la nación. Y eso también debe de cambiar.