Excélsior
5 de agosto de 2011
Luis Carlos Sánchez
El casco histórico de la ciudad podría perder su calidad de Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la inacción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la inconformidad de académicos, investigadores y artistas de todo el país, el gobierno de Puebla ha emprendido la construcción de un segundo piso vial denominado Viaducto Zaragoza en las inmediaciones del Centro Histórico de la capital poblana, lo que pone en riesgo su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
A través de una carta dirigida al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio; al director del INAH, Alfonso de Maria y Campos, y al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, personajes como el artista plástico Francisco Toledo e investigadores como Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, Carlos Herrejón, Romana Falcón o Carlos Flores Marini, y más de 160 firmantes, exigen la cancelación de la obra.
Además de alterar la traza original de la ciudad, advierten, se trastorna la ciudad, pues la nueva vialidad pasa por la zona de monumentos 5 de Mayo, ensombrece un arco triunfal del siglo XVIII y destruye el paisaje urbano de una de las entradas más antiguas de la ciudad que aún se conserva.
Rosalva Loreto López, integrante de la Academia Mexicana de la Ciencia e investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) advierte que la obra pone “absolutamente en riesgo” a la ciudad para que pierda su carácter de Patrimonio de la Humanidad, otorgado por la UNESCO en 1987.
“La declaratoria tiene indicadores muy claros que señalan cuantas casas, manzanas, calles y edificios están incluidos en la zona de monumentos; no es una aproximación, es un inventario preciso y esta obra está jugando con la sustentabilidad de una traza renacentista”, afirma.
En 2009, la UNESCO retiró a la ciudad alemana de Dresde su denominación como Patrimonio de la Humanidad luego de que las autoridades del país europeo desestimaron las advertencias realizadas por el organismo mundial por construir un puente en las inmediaciones de la zona considerada patrimonio. “Y sólo se trataba de un proyecto”, señaló la especialista.
Para Loreto López, el avance de las obras implica modificar “una traza que funcionó durante 300 años con determinado tipo de población, con una economía no industrializada. Este tipo de ciudades de estilo antiguo tienen sus límites de crecimiento, lo que tenemos es una traza con capacidad de adaptarse hacia la industrialización ocupando los mismos recursos, eso definió la traza que ahora se conoce y que logró sobrevivir.
“La obra daría como resultado introducir más vehículos al corazón de la urbe, desarticular los barrios por donde pasa y afectar la convivencia e identidad que está asociada a una traza urbana renacentista que se ha conservado a través de siglos. El paisaje urbano se vería modificado radicalmente en esta zona, dominada hoy por el Arco de Loreto en uno de sus polos, por los fuertes militares y por la parroquia de San José”, agrega.
Cecilia Vázquez, del Centro INAH Puebla, señala que el delegado de ese organismo en la ciudad, Víctor Hugo Valencia Valera, “no ha actuado” con la prontitud que se requiere: “Nosotros estamos demandando que lo haga”. En días pasados, ya con la obra realizándose, Sergio Vergara, perito de la delegación Puebla del INAH, afirmó que el organismo apenas estaba por resolver si avala o no la obra.
Vázquez afirma que han tratado de establecer contacto con el director general del organismo, Alfonso de Maria y Campos, pero no han recibido respuesta, la única certeza que tienen, dijo, es que no existen permisos por parte del INAH: “Desde la ciudad de México, en la sección de monumentos nos han dicho que no hay ningún permiso para las obras”.
Integrantes del Comité Estatal de ICOMOS México (organismo de la UNESCO) han informado que ya preparan un informe que enviarán al organismo mundial.