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18 de mayo de 2009
EFE
México.- El brote de gripe A, que ha dejado 64 muertos y 2.656 contagios en México, demostró que el país «no está preparado» para hacer frente a una epidemia de esa índole, por la dependencia científica del extranjero y la falta de recursos, afirmó hoy la Academia Mexicana de Ciencias.
En un espacio comprado en la prensa, la academia advierte que «México no puede regatear más recursos para la ciencia», al lamentar que el presupuesto asignado actualmente a ese sector es del 0,33 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
«La falta de una auténtica política del Estado en materia científica y la carencia de recursos económicos para desarrollar las tareas de investigación que el país requiere tomaron a México en condiciones de debilidad para atender la emergencia e impidieron» una respuesta «pronta y eficaz», señala.
La academia reclama también a las autoridades que cumplan la Ley de Ciencia y Tecnología, que fija en el 1 por ciento del PIB los fondos que debe destinar el Estado a ese sector.
No obstante, resalta que, pese a «las condiciones adversas», la comunidad científica mexicana «refrendó su calidad y enfrentó la alerta epidemiológica de una manera encomiable».
Al aparecer en abril pasado los primeros casos de gripe A, entonces una enfermedad desconocida, las autoridades mexicanas tuvieron que enviar las muestras al Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y al Laboratorio Nacional de Microbiología de Winnipeg para su estudio.
No fue hasta el 23 de abril, con la confirmación del brote, cuando se decretó la alerta sanitaria y la suspensión de clases en la capital, el foco inicial de la epidemia, medida que la semana siguiente se amplió a las actividades públicas y privadas no fundamentales.
La acción del Gobierno, según la Organización Panamericana de la Salud, evitó 8.605 muertes. Hasta ahora se han registrado 64 víctimas fatales, una cifra muy elevada comparada con el resto del mundo, donde hay solamente cinco fallecimientos (tres en Estados Unidos, uno en Canadá y otro en Costa Rica).
Una semana después de la alerta sanitaria, México pudo contar en su territorio con laboratorios homologados por la OMS para confirmar cuántas de las muertes sospechosas registradas en los primeros días de la epidemia, que llegaron a sumar más de 150, fueron realmente por el virus AH1N1.
El ministro de Salud de México, José Ángel Córdova, informó hoy de que el país pedirá en la próxima Asamblea General de la OMS, que se celebra el lunes en Ginebra, la creación de un fondo internacional para resarcirle por el daño económico que ha sufrido durante la epidemia.
La alerta sanitaria fue establecida en México a tiempo y la información fluyó de inmediato a la comunidad internacional, lo que permitió evitar un daño «enorme» a la economía y salud de otras naciones, sostuvo.