La Crónica de Hoy
3 de agosto de 2014
Redacción
El robot explorador Curiosity se prepara para observar el paso del cometa C/2013 A1 Siding Spring y llega a su segundo año en Marte con la expectativa de iniciar su ascenso al monte Sharp.
Un año en el planeta rojo equivale a 687 días terrestres y el 5 de agosto cumplirán dos años de que el equipo logró con éxito posarse en el ecuador del vecino Marte para indagar los secretos del cráter Gale.
El doctor Rafael Navarro González, astrobiólogo del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, explicó que estos dos años de trabajo concluirán en septiembre con la entrega de un informe detallado sobre los hallazgos del equipo a la NASA.
“Durante este tiempo se encontraron ambientes que pudieran ser favorables para la vida como la conocemos. El Curiosity halló que el agua que pudo tener el cráter Gale estaba en condiciones parecidas a la mayor parte de los grupos acuosos que podemos ver en la Tierra, con distintos PH, básicamente neutros”, señaló Navarro, colaborador de la NASA en el laboratorio portátil Sample Analysis at Mars (SAM).
Navarro González, que analiza en la UNAM los datos que envía el equipo desde Marte, añadió que se debe “reconocer que el robot encontró un arroyo seco luego de haber detectado lugares donde fluyó el agua y es la primera vez que un vehículo robótico en Marte atraviesa uno de esos arroyos”.
El robot también lleva consigo equipo que mide la radiación cósmica y encontró que es más alta de lo que se esperaba. Esta información es relevante si se desea concretar la llegada de una misión tripulada a dicho planeta.
Sobre el metano, uno de los gases que previamente se descubrieron de manera remota en Marte, precisó que los resultados indican que no hay concentración alta de este elemento. No sabemos si era un artefacto (falla en los sistemas de medición) o si el equipo llegó a una zona de Marte donde los niveles de metano son muy bajos.
FUTURO. Entre los principales retos científicos que es necesario afrontar y donde la información generada por Curiosity será importante, es el que se refiere a la luminosidad, señaló Navarro González, ya que cuando el sistema solar se formó y el Sol inició su actividad estelar, era 25 por ciento menos respecto a la luminosidad actual.
“Sin embargo, la paradoja es cómo siendo menos luminoso logró haber agua líquida en Marte. La respuesta es que hubo una gran cantidad de gases invernadero en la atmósfera marciana, es decir, tenía una atmósfera más densa, tanto como la Tierra, pero formada principalmente por bióxido de carbono”, indicó.
Explicó que se desconoce aún si los gases escaparon o si se condensaron formando rocas carbonatadas provocando un cambio importante en el clima.
Desde su llegada a Marte, Curiosity ha recorrido 8.6 kilómetros de distancia, por lo que el astrobiólogo espera que en diciembre próximo ya se ubique en la base del monte Sharp para iniciar su ascenso y, conforma suba, el equipo realizará más análisis que permitan responder con mayor certeza la pregunta de si el planeta pudo sostener vida microbiana como la conocemos en la Tierra.
El próximo 19 de octubre el cometa C/2013 A1 Siding Spring cruzará el cielo marciano, por lo que la NASA alista los equipos que tiene en suelo y los que viajan alrededor del planeta rojo para que no sufran ningún daño durante el paso de dicho cuerpo celeste que prácticamente rozará la atmósfera del astro.