El Universal
14 de febero de 2006
Franco Daniel Gómez
Hoy en Guadalajara jóvenes investigadores se reúnen para alertar sobre la crisis que representa el envejecimiento de la planta de especialistas y la falta de recursos
GUADALAJARA, Jal.- El temor de la comunidad científica mexicana se traduce, paradójicamente, en una ecuación simple con resultados que provocarían un daño irreversible: la falta de apoyo más el envejecimiento en la planta de investigadores, podría derivar en una brecha generacional generada por dos vías, fuga de talentos y deserción, lo cual pondría a la investigación científica en una situación aún más crítica en México.
La urgencia de incentivar a los jóvenes científicos y proponer modificaciones a la asignación de fondos públicos para su desarrollo, ha sido detonante para la organización del primer encuentro «Prospectivas científicas y tecnológicas en México a partir de sus jóvenes investigadores», que se llevará a cabo hoy y mañana en esta ciudad, auspiciado por la Academia Mexicana de Ciencias y la Universidad de Guadalajara, donde se espera la asistencia de al menos 100 jóvenes investigadores, quienes podrán plantear sus propuestas a legisladores sobre cómo mejorar las condiciones de distribución de recursos, además de exponer trabajos exitosos y aplicaciones en diferentes campos de la ciencia, que han sido puestas en marcha.
El envejecimiento de la planta de investigadores y la excesiva burocracia en la evaluación y asignación de fondos para la investigación «son dos de los principales problemas que enfrenta la ciencia», explica Jorge Membrillo-Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. El primer factor, lo atribuye Víctor González ílvarez, rector del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), a que muchos egresados de universidades «se han visto frustrados por los cambios que han tenido los programas federales de apoyo a estas actividades» y cita como ejemplo que en las últimas convocatorias del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se ha privilegiado «a los grupos consolidados» y como requisito en las convocatorias para entregar apoyos se solicita experiencia, además de «cierto nivel en el Sistema Nacional de Investigadores, pero los que acaban de egresar apenas están escribiendo su historia, no alcanzan los niveles y se ven desfavorecidos».
Al encuentro en Guadalajara, donde sólo se abarcarán temas de las ciencias sociales y humanidades, biomédicas, físico-matemáticas y geociencias, asistirán diputados federales a quienes se plantearán propuestas de posibles soluciones y sobre todo se expresarán las principales problemáticas de los científicos nacionales. «Muchas no serán nuevas, pero lo importante es que se escuche a los jóvenes investigadores y se mejoren sus condiciones», opinó el rector del CUCEI de la Universidad de Guadalajara.
Membrillo-Hernández señala que en México se carece no sólo de una política científica nacional que contribuya a «desarrollar ciencia y tecnología al servicio de la sociedad», también de incentivos hacia las carreras científicas, de inversión privada en ciencia y tecnología, de un programa de detección y seguimiento de talentos científicos mexicanos y de un plan agresivo para la repatriación de investigadores mexicanos, temas que se abordarán en este encuentro.
Al respecto, González ílvarez apunta que la mayoría de la investigación en México se lleva a cabo en el ámbito universitario y en menor escala en el sector privado.
En México 85% de los apoyos se dedica al desarrollo tecnológico y el resto a las áreas sociales, donde irónicamente, se concentra la mayor cantidad de investigadores. La Ingeniería ambiental es una de las materias con mayores avances en el país y según datos del Sistema Nacional de Investigadores, se cuenta con aproximadamente 12 mil científicos, uno por cada mil habitantes, cifra distante a la realidad estadounidense, donde existen alrededor de 3 millones de investigadores, uno por cada 50 habitantes.
Al final del primer encuentro «Prospectivas científicas y tecnológicas en México a partir de sus jóvenes investigadores» se redactará un documento que se hará llegar a los candidatos a la Presidencia de la República para aprovechar la coyuntura de los tiempos electorales, «porque cada candidato pretende acercarse a todos los sectores productivos del país y el científico no debe quedarse atrás», concluye Membrillo.