«Empresas mexicanas no tienen visión a largo plazo para invertir en ciencia»

La Crónica de Hoy
3 de septiembre de 2012
Isaac Torres Cruz

Academia

La aterosclerosis es una enfermedad provocada por el endurecimiento de las arterias que ocurre con el paso de la edad, pero se presenta más frecuentemente por la acumulación de colesterol en edades más tempranas. Está directamente asociada con la diabetes, ataques cardiacos, hipertensión arterial y accidentes cerebro-vasculares, entre otros. Padecimientos frecuentes en la población mexicana.

Hace alrededor de una década, Jaime Mas Oliva, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, desarrollaba un kit de diagnóstico de la enfermedad, resultado de sus investigaciones en la Proteína Transferidora de Ésteres de Colesterol (o CETP, por sus siglas en inglés).

Así, hace cerca de diez años la innovación fue patentada y apoyada por una empresa mexicana interesada en comercializar el kit, que sería una herramienta valiosa para los médicos en la prevención de la enfermedad. Se patentó en México, EU, Europa y Canadá.

Hace sólo un par de años, narra el científico en entrevista, por cambios en sus políticas, desarrollo y visión, la empresa simplemente le “dio las gracias” y le dijo que ya no estaba interesada en la tecnología después de nueve años de colaboración. Comercializarla ahora resulta más complicado. “Esto fue una sorpresa. Ya pasaron años de vigencia de la patente y cada vez es más difícil colocarla”.

Hace una década hubiera sido el momento real para meter el kit al mercado, “hubiéramos sido los primeros en el mundo”, pero ahora hay dos kits comerciales iguales en EU y la protección de su patente disminuye cada vez más.

Pero este aciago desenlace, independientemente de las publicaciones hechas, el conocimiento generado y los recursos humanos formados, no le sucederá de nuevo. Por lo menos no de la misma forma, apunta.

VACUNA. Para su primera patente, Mas Oliva, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, empleó un péptido y un anticuerpo de proteína CETP que ahora le han servido para su nuevo desarrollo, consistente en una vacuna intranasal para evitar el desarrollo de la aterosclerosis. La clave: bloquear la proteína de CETP.

Para que esta investigación no se quede en el cajón, el científico no esperará esta vez a que una empresa mexicana brinde certidumbre para su desarrollo.

El científico explica la ciencia de su investigación. CETP es una proteína que tenemos circulando en el plasma normalmente que pone en “corto circuito” el sistema de retorno de lípidos en el cuerpo. Así, el colesterol que tendría que irse al hígado y desecharse a través de lipoproteínas de alta densidad en las heces, se queda.

Las proteínas de CETP toman ese colesterol y lo regresan al organismo por medio de su depósito en otras partículas de baja densidad, que lo depositan en tejidos periféricos. “Ese colesterol debería salir, pero lo regresa, ¡Qué cosa de proteína!”.

Evolutivamente no debería de existir CETP, pero los científicos piensan que tiene otra función importante, pero desconocida, por lo cual se ha mantenido.

El científico de la UNAM recuerda que en el origen del hombre su panorama alimenticio era muy distinto, escaso, por lo que el colesterol tan caro de sintetizar energéticamente hablando no sería desechado tan fácil. “El sistema lo regresa desde entonces para ser utilizado en otra cosa. Eso hace 120 mil años, pero la dieta ya es otra cosa”.

El fundamento de la vacuna es bloquear la proteína de CETP utilizando parte de ésta: un péptido del extremo carboxilo-terminal, que meten en una preparación farmacéutica.

En sus pruebas de laboratorio, al aplicarlo nasalmente a conejos, el péptido genera anticuerpos. De esta forma, le quitan colesterol a las lipoproteínas de alta densidad bajando su nivel. Pero además tiene un efecto en el hígado, enfatiza, puesto que evita la generación de hígado graso, lo cual es una innovación más.

EL NIVEL DE RESPUESTA. Pero trascender los estudios del laboratorio es un paso diferente y el científico no está dispuesto a ver el fin de la vacuna donde quedó el kit. Recientemente, el especialista mostró a representantes de empresas farmacéuticas sus avances en la Feria de Innovación Tecnológica UNAM para la Industria Farmacéutica, realizada en el Instituto de Fisiología Celular por primera vez desde su creación.

“Este tipo de reuniones pueden ser interesantes, pero muchas veces la visión con la que llegan los empresarios mexicanos no es la de colaborar a largo plazo y avanzar el conocimiento”.

A las empresas mexicanas les hace falta visión a largo plazo, añade, sobre lo que debe de ser un proyecto de clase mundial, como su vacuna intranasal. Pero además de ello, “deben saber que no son resultados que estarán para mañana, que en ciencia y tecnología los procesos pueden tardar”. Y finalmente, agrega, requieren de un plan de financiamiento perfectamente establecido.

En el trabajo inicial con conejos, los resultados han sido muy prometedores. Pero es un primer ensayo y hay que hacer otro con menores dosis de colesterol con el mismo modelo animal. Después hay que pasar a cerdos y hacer otra prueba en éstos antes de aplicarlo por primera vez a humanos.

El investigador y su equipo están en el inicio del proyecto, pero ya tiene un protocolo establecido que en lo inmediato podrá seguir caminando con los financiamientos de la UNAM y Conacyt. Después, requerirá otro nivel de financiamiento, pero este “es el punto donde el proyecto corre el riesgo de quedarse de nuevo en el cajón”.

Porque al aterrizar la investigación básica en efectos prácticos se requieren montos externos muy importantes, que no pueden ser cubiertos por las universidades, consejos o institutos, puesto que forman parte de otra fase de investigación y producción.

“Esta vacuna, de principio a fin, puede costar seis millones de dólares, yéndonos de forma conservadora. Si a una empresa mexicana le decimos que es un proceso de tres años —pero que no sabemos qué va a pasar, si funcionará o no, si será segura o no, en ciencia no hay nada escrito— y aparte que cuesta estos millones de dólares, se echan para atrás sin problema”.

Jaime Mas tuvo anteriormente un contacto interesante de negocios mediante la Universidad de California en San Diego con varias empresas de biotecnología interesadas en su investigación, fue otro nivel de respuesta. “A ellos no les tengo que explicar qué hay que hacer para hacer caminar un proyecto puesto que lo hacen todos los días. Saben que costará una cantidad importante de dinero, pero le entrarían en serio y a fondo perdido”.

Frente a este panorama, parece más atractivo continuar la investigación en EU. “Es increíble ese ambiente, de clase mundial, porque no importa de donde provengas y si tienes un proyecto viable, interesante y con impacto a futuro, ellos te apoyan. Porque tienen visión a futuro: por una parte habrá un impacto en salud a nivel mundial y por otra los retornos económicos de las empresas también será importante”.

El especialista lleva trabajando en la vacuna tres años y ya tiene una primera patente en conejos para proteger el desarrollo, pero si bien no ha tenido el eco deseado desde la industria farmacéutica para apoyarla, en algunas instituciones gubernamentales han mostrado el mismo, quizá menor, nivel de respuesta.

“Hace dos años pedí un financiamiento al ICyTDF (Instituto de Ciencia y Tecnología del DF) para adquirir un refrigerador especial para el laboratorio. La respuesta por quien me revisó el trabajo tuvo un argumento de muy bajo nivel: que para qué necesitaba un refrigerador de 60 mil pesos (específico para la investigación) cuando que en Elektra había unos de 5 mil pesos”. El gobierno capitalino por medio de esta misma institución reconoció la labor del investigador con el Premio Heberto Castillo Martínez el año pasado.

Hace algunas semanas, el director del ICyTDF llamó a Mas Oliva para invitarlo a la Semana de la Ciencia y la Innovación, que inicia hoy en el Palacio de Minería, para presentar su proyecto. Su respuesta fue: “Usted me invita a presentar algo porque cree que es interesante y con impacto. Pero no me apoyaron el proyecto…”. Estuvo cerca de decir que no a la invitación, acota.

Porque “ese es el medio en que vivimos, con esas respuestas, con refrigeradores de 5 mil pesos de Elektra. Ese es el nivel…”.

http://bit.ly/T8Ou3l


Notice: ob_end_flush(): failed to send buffer of zlib output compression (0) in /home/amcedu29/public_html/comunicacion/wordpress2019/wp-includes/functions.php on line 5373