La Jornada
4 de noviembre de 2005
Karina Aviles
Octavio Paredes, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias
Propone crear instituciones «primermundistas con liderazgo internacional» Critica la proliferación de centros de estudio privados; «cualquier hijo de vecino puede abrir uno»
La posición alcanzada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como una de las 100 mejores del mundo debería ser motivo para que la política educativa federal se lanzara a «crear universidades primermundistas con altísimo liderazgo internacional, y cancelar así la abominable estrategia de los establecimientos privados que cualquier hijo de vecino» puede abrir en la actualidad, aseguró el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Octavio Paredes.
El científico manifestó que a pesar de la crítica de sus detractores, cada vez es más evidente la excelencia académica de la UNAM, y esto debe ser motivo para un mayor apoyo. Entusiasmado, indicó que la conquista de la universidad como institución líder forma parte del orgullo nacional.
En un informe reciente del suplemento sobre educación superior de The Times, el rotativo inglés ubicó a la UNAM en la posición 95 entre las mejores universidades del mundo y en el sitio 20 en el campo de artes y humanidades.
En entrevista, Paredes resaltó que en dicha evaluación no aparece ninguna institución privada de México ni de Iberoamérica, lo que confirma que la universidad pública se ha esforzado por producir un trabajo serio, de corto, mediano y largo plazos.
Crítica a universidades privadas
«Ya estamos cansados de denunciar que cualquier hijo de vecino pueda abrir una universidad, entre comillas, y a nadie le importa o nadie quiere hacer algo para frenar esto, lo cual, francamente, es una vergí¼enza nacional», aseguró.
El científico alertó que algunos funcionarios de instituciones privadas han comenzado a exigir que se canalicen recursos públicos a esos centros. «A esto hay que añadir que el capital extranjero ha llegado a instalar algunos centros educativos» en México, si bien precisó que no todos son de baja calidad.
Pero añadió: «la mayoría de establecimientos privados que proliferan en el país no saben lo que es la educación de calidad; quizá algún día escucharon el concepto por televisión», ironizó.
Respecto de la estrategia que la Secretaría de Educación Pública utiliza para generar universidades tecnológicas, el presidente de la AMC señaló en principio que la apertura de espacios es positiva.
No obstante, destacó que este proyecto «ha respondido más a una definición política que a una estrategia bien elaborada, ya que no sólo hay que ver la parte cuantitativa, sino el análisis cualitativo».
Manifestó que más que abrir centros educativos se deben crear «grandes liderazgos mundiales. Por ejemplo, incentivar instituciones líderes en ciertas áreas de las ciencias y humanidades».
Recordó, por ejemplo, que el éxito de China no consiste únicamente en destinar mayor financiamiento a la educación, sino incorporar jóvenes investigadores y líderes de centros científicos nacionales y extranjeros al desarrollo de esa nación.
La UNAM, destacó, es una prueba de que existe talento en el país y de que es posible que otras instituciones pueden llegar rápidamente a colocarse en la frontera del conocimiento.