El Universal
20 de abril de 2010
Rosaura Ruiz y Juan Manuel Rodríguez
Percepción de la ciencia
Recientemente se publicó en el periódico español El País una encuesta de María de las Heras sobre la percepción de la ciencia en México. De las preguntas realizadas, queremos destacar el hecho que 72% de los encuestados considera la profesión científica como importante en comparación con otras profesiones, pero al mismo tiempo resulta paradójico encontrar datos muy distantes de las explicaciones científicas; por ejemplo, 81% de la población considera que mediante la fe se puede lograr cualquier cosa en la vida; 44% acepta la existencia de personas con poderes de magia negra; 71% acepta la creencia en los milagros y 69% consulta su horóscopo como parte de una práctica diaria.
En términos generales, es notable el pobre lugar que tiene la ciencia para buena parte de la población mexicana al momento de considerar el papel social que juega, pero no podemos dejar pasar la oportunidad de comentar de nueva cuenta que ese interés no se ve reflejado en el conocimiento general que tienen o pueden llegar a tener los mexicanos sobre las diversas temáticas científicas.
Con percepciones como las que aquí estamos considerando, se vuelve imperativo que retomemos la idea de fomentar la ciencia en relación a la educación, la divulgación y la investigación.
En cuanto a educación, debemos reforzar las temáticas científicas en los planes de estudio a todos los niveles educativos, debemos mejorar la formación de los profesores sobre temas de ciencia. El papel de la divulgación es vital para lograr que la ciencia llegue a la mayor cantidad posible de individuos. Lo anterior se puede lograr mediante acciones como: abrir mayores espacios en los diversos medios de comunicación, audiovisuales y escritos, para divulgar la ciencia que se produce tanto en el país como el extranjero. Y sobre la investigación -un tema que ya hemos mencionado, pero que dado su papel fundamental para el desarrollo del país no nos cansaremos de seguir poniendo énfasis en ello-: aumentar el presupuesto y mejorar la distribución de esos recursos, de tal forma que al mismo tiempo que se continúen realizando trabajos del más alto nivel, se pueda permitir el desarrollo de más y mejores centros de investigación en todo el país.
Es inaceptable que además de los escasos recursos que se dedican a la investigación científica haya tantas irregularidades y desorganización en su entrega a los científicos. Por ello, en este momento hay una creciente inconformidad entre la comunidad científica, ya que no recibe los subsidios correspondientes a proyectos aprobados desde 2008. Es increíble que el órgano del Estado que debe coordinar e impulsar el desarrollo científico de México, CONACYT, con su ineficiencia este dañando lo que tanto trabajo ha costado construir.
Tal parece que la importancia que la clase política otorga a la ciencia no rebasa el promedio nacional.