Reforma
24 de septiembre de 2007
Cecilia Rosen
En la ciudad yucateca se celebra el Quinto Seminario Regional de Innovación «Ciencia Básica para el Bienestar Sustentable de la Sociedad»
Mérida, México.- La ciencia en México no forma parte de las prioridades de supervivencia, a diferencia de otros países donde los productos tecnológicos son incluso la base económica de subsistencia, afirmó hoy Arturo Menchaca, consejero del Consejo Consultivo de Ciencias.
Esto durante la inauguración del Quinto Seminario Regional de Innovación «Ciencia Básica para el Bienestar Sustentable de la Sociedad» que se celebra en Mérida, Yucatán.
Mencha, premio Nacional de Ciencias y Artes, sostuvo que la falta de apoyo financiero a la ciencia se relaciona con la percepción que la sociedad tiene sobre el quehacer científico de los investigadores mexicanos.
«En México es más una prioridad cultural que una supervivencia», acotó.
Además, dijo el experto, en el País existe un desequilibrio entre científicos y tecnólogos, al aportar las primeras reflexiones a la discusión del tema.
El seminario es organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y la Academia Mexicana de Ciencias y tiene entre sus objetivos discutir el papel de las ciencias básicas en la sociedad mexicana, la integración de las capacidades científicas y tecnológicas en el desarrollo y la conformación del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2007-2012.
Durante el evento inaugural participó también el presidente del Foro, el Dr. José Luis Fernández Zayas, quien fue pesimista en torno al nivel de prioridad que la ciencia ocupa en la percepción pública de los problemas nacionales.
«El mexicano prefiere comprar tecnología fuera, por ejemplo, y ese tipo de realidades tenemos que discutirlas aquí», dijo.
También intervino Juan Pedro Laclette, presidente de la AMC, quien reiteró el llamado del organismo a etiquetar los recursos derivados del probable aumento del 14.5 por ciento que el presupuesto de Egresos de la Federación 2008 aprobará para Ciencia y Tecnología.