Grupo Fórmula
4 de abril de 2009
Nacional
El Centro de Investigación de Estudios Avanzados (Cinvestav), informa a través de un comunicado de prensa que frente al cambio climático que amenaza con reducir las áreas de cultivo de México por la escasez de agua, científicos de este centro han desarrollado un fríjol resistente a la sequía, con las mismas características que los que comúnmente consume la población del país, pero que puede ser cultivado con un mínimo de agua en zonas semiáridas.
El fríjol, se comenzó a sembrar en el actual territorio nacional desde hace siete mil años, y hoy es el segundo producto de mayor consumo en el país, sólo detrás de del maíz, pues se calcula que en promedio cada mexicano consume nueve kilogramos de esta leguminosa al año, refiere la información.
Debido a esto, científicos mexicanos se han dado a la tarea de desarrollar variedades mejoradas usando técnicas de ingeniería genética, es decir, toman unas o varias características de diversas variedades de fríjol para crear una nueva, que pueda sobrevivir con un mínimo de agua y dé mayor producción.
Este proyecto es dirigido por Beatriz Xoconostle Cázares, adscrita al Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav, explicó que el estudio inició hace 6 años. “Se identificó la información genética que hace tolerantes a especies naturales de frijol, mismos que se transfirieron por cruzas a otras variedades de mayor comercialización”
El resultado de esta combinación dio el nacimiento de un nuevo tipo de frijol, la cual se denominará “Pinto Zacatenco”.
Indicó la científica que los frijoles donde se extrajeron la información genética, tienen la capacidad natural de resistir a la sequía y de generar una buena producción por hectárea, por ello, al cruzar ambos dieron vida a la nueva planta de frijol mejorado, explicó Xoconostle Cázares,
La variedad “Pinto Zacatenco” que se obtuvo en condiciones controladas de crecimiento, por lo que ahora deberá evaluarse en campo, con el objetivo de comprobar su resistencia y reproducir su resistencia a sequía y rendimiento que se han observado en el laboratorio.
Al ser frijoles cuyas modificaciones se dan de manera natural, podrán tener una aceptación inmediata en el consumidor. De esta manera, se espera que esta investigación pueda ser llevada a frijoles de consumo en la población como el bayo y negro.
Al concluir el estudio, se espera registrar esta variedad y sembrarlas inicialmente en las regiones del norte de Guanajuato, Zacatecas y Durango, con el propósito de crecerla en temporal, es decir en condiciones que dependen únicamente del agua de lluvia.
Este proyecto se realiza con apoyo del Cinvestav, Conacyt -SAGARPA y del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Ciudad de México.
Finalmente la ganadora al Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) 2003, considera que esta tecnología podría usarse en plantas como el maíz, calabaza y el chile.
jhe