Milenio
xx de mayo de 2013
REDACCIÓN
TENDENCIAS
Investigadores de México, Inglaterra, España y Argentina analizan el comportamiento de la Tierra tras el suceso que ocurrió hace 65.5 millones de años, liderados por miembro de la AMC.
México • Un grupo de investigadores de México, Inglaterra, España y Argentina, liderados por el mexicano Jaime Urrutia Fucugauchi, viajarán a bordo del buque oceanográfico Falkor para estudiar el comportamiento de la Tierra al ser impactada por un meteorito en Chicxulub, Yucatán, hace 65.5 millones de años, informó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en un comunicado.
“El trabajo realizado se enfocó a explorar posibles depósitos de eyecta del impacto Chicxulub (material fragmentado por el impacto y depositado en el cráter y las zonas aledañas). En particular, los estudios sobre el ángulo del impacto y trayectoria que han propuesto fue de sureste a noroeste o suroeste a noreste”, explicó Urrutia Fucugauchi.
El también miembro de la AMC dijo que “los efectos del impacto generaron cambios globales y marcan uno de los eventos mayores en la evolución de la vida en el planeta y éstos dependen de varios factores, entre ellos la velocidad, masa, ángulo de impacto y trayectoria”.
Destacó que en el caso de Chicxulub estos parámetros han sido difíciles de cuantificar pero son necesarios para la construcción de modelos y simulaciones numéricas de los efectos en la atmosfera e hidrosfera causados por el impacto.
El buque Falkor del Instituto Oceanográfico Schmidt (SOI por sus siglas en inglés), en Palo Alto, California, inició operaciones en 2013 luego de un periodo de pruebas con estudios en diferentes lugares; ha sido catalogado por la revista Nature como una importante opción para el avance de la ciencia a escala mundial.
La SOI es una institución con financiamiento privado y los proyectos que decide apoyar son seleccionados a partir de una convocatoria internacional, en la cual este año se recibieron 48 propuestas y el proyecto mexicano fue la primera investigación elegida para otorgarle apoyo.
El impacto en Chicxulub, ocurrido hace 65.5 millones de años, está relacionado con las extinciones masivas de organismos en la frontera de las eras del Cretácico y Paleógeno, que incluyen la desaparición de alrededor del 75 por ciento de las especies en océanos y continentes.
El choque formó un cráter de alrededor de 200 kilómetros de diámetro con una morfología multianillo y marca el efecto de mayores dimensiones en los últimos 600 millones de años.
Urrutia Fucugauchi añadió que “otros objetivos del estudio del borde de la plataforma incluyen investigar la evolución del escarpe (pendiente pronunciada), formación de cañones, transporte de sedimentos, la estratigrafía y relaciones con el relieve”.
La zona donde se hizo el trabajo está caracterizada por un escarpe de grandes dimensiones con profundidades que llegan a alcanzar los 3 mil 700 metros.
El investigador del Instituto de Geofísica detalló que la expedición inició el 9 de marzo pasado partiendo de Fort Lauderdale, Florida, y retornó tras una investigación a Tampa, y adelantó que el plan es hacer otro estudio similar el próximo año y continuar con la exploración marina en Chicxulub.