Excélsior
16 de enero de 2010
Redacción
Es realmente lamentable que, en pleno siglo XXI, en México un grupo de dirigentes religiosos y políticos usen su poder para limitar los derechos de la mujer y su libertad sobre la soberanía de su cuerpo y su planeación familiar, manifestó Alejandro Madrigal, director científico del Instituto de Investigación Anthony Nolan, líder a nivel mundial en trasplantes de células madre e inmunología.
El profesor titular de la cátedra de Hematología de la Universidad de Londres y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) señaló que, desde el punto de vista de la ciencia, esta postura tan retrógrada también tiene la intención de condenar y ligar el uso de células madres embrionarias, con el derecho de la mujer al aborto.
En una misiva enviada a Rosaura Ruiz Gutiérrez para expresar su respaldo al pronunciamiento que en días recientes hicieron la presidenta y varios ex presidentes de la AMC, en contra de las legislaciones que criminalizan el aborto en 18 entidades de nuestro país, el científico mexicano consideró que condenar el derecho de las mujeres al control y la planeación de su vida reproductiva es un retroceso, no sólo para la ciencia, sino para la evolución humana.
Actualmente, indicó, vivimos una revolución científica en donde miles de pacientes se benefician gracias al transplante de células madre. Cada año, apuntó, se llevan a cabo más de 10 mil transplantes de células madre como cura para pacientes con leucemias y otras enfermedades malignas.
«Si pudiéramos hacer más efectivo el uso de células madre, dijo, ese procedimiento se podría extender a enfermedades como diabetes y artritis. Cada uno de nosotros tenemos un familiar que se beneficiaría de estas medidas terapéuticas innovadoras», aseguró.
PÍLDORA ANTICONCEPTIVA. La condena que se ha hecho a las mujeres en diversas entidades del país, aseveró, Alejandro Madrigal, es aún más lamentable si consideramos que una de las grandes contribuciones de México a la ciencia mundial es el descubrimiento y contribución al desarrollo de la primera píldora anticonceptiva.
Recordó que Luis Ernesto Miramontes Cárdenas descubrió, en 1951, el Progestin, empleado en el primer anticonceptivo oral en el mundo, y que sigue siendo la piedra angular de los anticonceptivos orales. Sin duda, afirmó, esta contribución permitió la libertad e independencia universal de la mujer sobre su vida sexual y la planeación de su futuro.
El instituto que dirige el mexicano hace posible cerca de 900 trasplantes cada año y ha llevado a cabo más de cuatro mil donaciones de médula ósea en el mundo.