Mundo de Wawis
16 de febrero de 2010
Isaac Torres Cruz
Mueven el mundo y la economía, dice el premio Nobel / “Hay países que buscan crecer ensamblando autos o creando conocimiento; prefiero vivir en el segundo”
Los países en crecimiento deben desarrollar y exportar conocimiento para ingresar al nuevo panorama económico mundial. La ciencia, tecnología y educación en general son la plataforma por la cual se logra dicha empresa, señaló Aaron Ciechanover, premio Nobel de Química 2004.
El científico israelí, que visitó el país por invitación de la Academia Mexicana de Ciencias, refirió expresamente lo que ha representado el valor del conocimiento para un país pequeño que se adentra cada vez más en esta situación: el suyo.
“En Israel, por ejemplo, buscamos vivir de la ciencia y es que gran parte de lo que vendemos al mundo tiene algún valor relacionado con la educación: exportamos cerebros y alta tecnología”, mencionó.
Para el científico, cuyas investigaciones han abierto importantes campos para el tratamiento de cáncer y otras enfermedades neurodegenerativas, en el mundo existen países que buscan el desarrollo siendo agricultores, produciendo baja tecnología u orientados al ensamblaje tecnológico: circuitos, autos… y aquellos que producen conocimiento. “Soy de las personas que le gustaría vivir en un país que produzca esto último”.
Además, dijo, la ciencia es una de las piezas de engranaje con la que se puede mejorar la sociedad. “Permite tener un desarrollo social, vivir bien, y, principalmente, permite mover el mundo porque le brindas nuevos productos en telecomunicaciones, electrónica, medicina… y formas parte de ésta comunidad internacional.
SU GRAN APORTE
Aaron Ciechanover, investigador del Centro de Cáncer y Biología Vascular de la Facultad de Medicina Rappaport, en Haifa, Israel, obtuvo el premio Nobel junto con Avraham Hershko e Irwin Rose por el descubrimiento de la degradación de las proteínas por mediación de las ubiquitinas —cuya función es marcar otras proteínas para su destrucción—lo que ayudó a entender, a nivel molecular, el modo en que la célula controla procesos centrales mediante la ruptura de ciertas proteínas.
Durante su conferencia magistral en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, el especialista refirió que cuando comenzó a trabajar en esta área todos los grupos de investigación en el mundo estaban volcados hacia la síntesis de las proteínas y los mecanismos regulatorios de éstas, y pocos estudiaban la degradación: era un campo abandonado.
El investigador halló que había diferencias entre la degradación de las proteínas intracelulares y las extracelulares, las primeras fueros la base de su hallazgo. Descubrió este sistema ubiquitina-proteosoma, que tiene una involucración primaria o secundaria en el desarrollo de todas las enfermedades degenerativas, como el cáncer, el mal de Parkinson y Alzheimer, entre otros. Sus descubrimientos no sólo han permitido el desarrollo de fármacos para el cáncer cervical y la fibrosis quística, sino que ha abierto la puerta para que la comunidad científica desarrolle tratamientos para gran gama de dichos padecimientos.
Ciechanover ha demostrado que este sistema ubiquitina-proteosoma está en todos las células eucariontes, y ahora estudia cómo en distintas enfermedades como las neurodegenerativas y cánceres no funciona adecuadamente, está desregulado.
Sus avances ahora han permitido diseñar distintos medicamentos e inhibir esta disfunción sistémica y así permitir que la célula funcione con normalidad.
“La ciencia es el camino para la solución de enfermedades y otros problemas que enfrenta la sociedad moderna como los desastres naturales; pero se necesita además de un esfuerzo para que sus beneficios lleguen a todos y que las personas no mueran de un padecimiento para el cual ha medicamentos”, agregó.
isaac.torrescu@gmail.com