Calderón tiene 4 años sin entregar el premio de la Academia Mexicana de Ciencias

Vanguardia
12 de agosto de 2011
Alberto Tavira Álvarez (@Betotavira) y Antonio Dib (@Bullodibgo)/Animal Político

Me parece fatal. Es increíble que el Presidente no tenga tiempo de hacerlo”, dice la doctora Gabriela Parra Olea, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

“Me parece fatal. Cuando me dijeron el año pasado que había ganado el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias les pregunté en qué fecha era la premiación, no me dieron una exacta porque no se ha entregado ni en 2008 ni en 2009. Es increíble que el Presidente no tenga tiempo de hacerlo”, dice para Animal Político la doctora Gabriela Parra Olea, , quien en 2010 fue galardonada en la categoría de Ciencias Naturales. Pero al igual que Parra Olea, cuatro generaciones de jóvenes promesa de la investigación no han recibido el diploma que los acredita como ganadores del certamen y mucho menos el cheque de 100 mil pesos que se establece en el apartado de premios de la convocatoria.

En entrevista telefónica el Dr. Arturo Menchaca Rocha, quien asumió la presidencia de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en mayo de 2010, asegura que el problema no está en su cancha. “Desde que tomé la Academia hice gestiones a través de quienes son las cabeceras de mi sector: el Secretario de Educación Pública (Alonso Lujambio Irazábal) y el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks, les envié cartas solicitando que, como se hacía todos los años, nos ayudaran a agendar con el Presidente la entrega del Premio”.

Menchaca Rocha comenta que desde el año pasado no ha recibido respuesta por parte de ninguna institución. Incluso, menciona que en cuanto cambió el director del Conacyt (Dr. José Enrique Villa Rivera) se entrevistó personalmente con él y le hizo la petición formal, por escrito, con acuse de recibo y Villa Rivera se ofreció a ayudarlo a gestionar con presidencia. Hoy, en la Academia siguen sin tener respuesta. “Nosotros estamos sorprendidos. En realidad es lamentable por el lado de los chicos que han recibido esta distinción pero que en la práctica no han recibido nada”, señala el presidente de la AMC.

“No me extraña nada. Es un tema que realmente refleja el interés que tiene el Gobierno Federal por la Ciencia en México”, puntualiza el Dr. Jaime Iván Velasco Velázquez, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien ganó el Premio de la AMC en 2009.

Pero no es la primera vez que un presidente de la República no entrega anualmente los premios de la Academia Mexicana de Ciencias. Desde la creación de la AMC el 12 de agosto de 1959 (anteriormente se llamaba Academia de la Investigación Científica), el galardón fue otorgado rigurosamente cada año a los ganadores por parte de todos los mandatarios de este país, hasta el cuarto año del gobierno de Vicente Fox Quesada donde se dejó de entregar el penúltimo (2005) y último año (2006) de su sexenio. Por lo tanto, durante el primer año del periodo del presidente Felipe Calderón se entregaron los dos premios pendientes del Foxiato y el primero que le correspondía al actual gobernante. Esta escena fue en febrero de 2007, durante una ceremonia que ocurrió en el marco de la semana de la Ciencia y la Tecnología organizada por el Conacyt en el Museo del Papalote, en la ciudad de México.

Ante la pregunta de si existe algún reglamento o estatuto dentro de la Academia Mexicana de Ciencias donde el primer mandatario se encuentre obligado a entregar este Premio, Menchaca responde que no. “Son usos y costumbres. No hay nada que obligue al Presidente a entregarlo, pero hasta los gobiernos panistas todos los presidentes anteriores lo habían dado durante los 49 años de los 52 que lleva el Premio. Sistemáticamente el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias lo ha entregado el Presidente de la República. Es una tradición. Es un gesto hacia el apoyo a la ciencia”.

La Academia Mexicana de Ciencias es una Asociación Civil que está encargada de reconocer a los científicos mexicanos con dos fines: el primero es destacar el extenso trabajo de investigación de científicos jóvenes, para generar un estímulo en ellos de seguir colaborando a su país; el segundo, es impulsar y motivar a los galardonados en sus cinco categorías: Ciencias Exactas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Ciencias Humanas e Ingeniería y Tecnología.

El proceso de selección para la premiación se da a lo largo de un año. Primero se difunde una convocatoria dirigida a los científicos investigadores menores de 40 años, en la cual compiten con sus extensas investigaciones a lo largo de su vida profesional, una vez que se cierra la convocatoria un jurado determinado por la AMC analiza los trabajos para dictaminar quiénes son los acreedores al premio en las diferentes categorías. Cuando se obtienen los resultados, el Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias se comunica con los científicos ganadores para darles la noticia. Que a veces no es la mejor.

“Pero tampoco a mí me lo han entregado”, se queja el Dr. Eduardo Rodríguez-Oreggia y Román, director de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Políticas Públicas (EGAP) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México, quien obtuvo el primer lugar en la categoría de Ciencias Sociales, en 2010.

Animal Político envió a las oficinas de Comunicación Social de la Presidencia de la República, de la Secretaría de Educación Pública y del Conacyt una solicitud, a través de correo electrónico, para saber cuál era su postura con respecto a este asunto, pero no se obtuvo respuesta.

El doctor Menchaca Rocha, quien en reiteradas ocasiones durante la entrevista deja claro que no quiere armar “una grilla” con este tema, expresa que una de las partes más difíciles que le toca de este viacrucis es cuando les tiene que hablar a los participantes para decirles que ganaron, pero que están haciendo todas las gestiones posibles para que les entreguen su premio. “Muchos de ellos me han hecho saber que preferirían recibir su premio y no le dan significado a que se los entregue el Presidente. Para mí es un gran problema y si nos vemos obligados a romper con esa tradición pues va a ser muy a nuestro pesar”.

¿Quién tiene el dinero de donde se destinan los 100 mil pesos a cada ganador?

Esos recursos son dineros que tiene la Academia del presupuesto que recibimos del Conacyt, de la SEP y de otros apoyos que nos otorgan cada año.

¿Y por qué ustedes no les dan su dinero a los ganadores?

Va contra el protocolo, al menos el que yo heredé. Yo no podría entregarles el dinero, porque protocolariamente es el Presidente de la República el que entrega el diploma y el cheque. Sin personalizar, los presidentes entregan todo tipo de premios: a atletas, a futbolistas, a Premios Nacionales de Ciencias y Artes, a muchísimas personas, pero por alguna razón especial parece que en este país la gente joven del área científica está generando una excepción que no comprendemos.

¿Qué le ha dicho la Presidencia de la República al respecto?

Nos hemos dirigido por el camino que siempre se ha establecido. No tenemos contacto directo con presidencia, nuestros interlocutores son la SEP y el Conacyt, tal vez el Presidente ni siquiera sepa.

¿Ante el silencio porqué no actúan?

La Academia en cierta medida se reserva el derecho de entregar los premios por nosotros mismos, lo que pasa es que hasta ahora no hemos querido faltar de nuestra parte a una tradición porque nos duele que en este país existen quienes sí recibieron el premio de manos del Presidente y otros que no. Lamentaríamos mucho si algún día el Consejo Directivo de la Academia decide otorgarlos en una ceremonia interna.

Los números de la ciencia mexicana*
1. En nuestro país hay 17 mil investigadores activos, agrupados en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

2. Casi la mitad de los ganadores del premio de la Academia Mexicana de Ciencias, son galardonados tiempo después en los Premios Nacionales de Ciencia.

3. Según la AMC, México es uno de los países de Latinoamérica que menos aporta recursos a la Ciencia y Tecnología, pues este sector recibe el .34% del Producto Interno Bruto (PIB).

4. Brasil destina el 1% del PIB a la ciencia, mientras que Chile le da el .7% y Argentina el .5%.

5. En México el porcentaje más alto destinado a la Ciencia y Tecnología fue durante los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, donde se alcanzó el .4 % del PIB.

*Información proporcionada por el doctor Arturo Menchaca Rocha, presidente de la AMC.


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