Reforma
3 de febrero de 2008
Grupo Reforma
El físico argentino Jorge Pullin ingresó como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias
Ciudad de México.- Gracias a la creación del primer interferómetro espacial LISA (Laser Interferometer Space Antenna) destinado a detectar ondas gravitacionales, se podrá comprobar la Teoría de la Gravedad Cuántica, que busca unir la física clásica, la mecánica cuántica y la relatividad general, afirmó Jorge Pullin, investigador de la Universidad Estatal de Louisiana, durante su ingreso como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Los intentos por establecer esta teoría completa sobre la naturaleza –que describe la materia, sus fuerzas, el espacio y el tiempo– han fallado a lo largo del siglo 20, incluso por Einstein, debido a la enorme complejidad que implica describir las contradicciones entre gravedad y la mecánica cuántica. Por lo que se trata de una teoría todavía en construcción y cuyas leyes aún no se han entendido del todo.
«Tal vez en una década tendremos la confirmación experimental directa de las predicciones teóricas que investigadores, entre ellos algunos mexicanos, han realizado en los últimos años», indicó Pullin.
Como por ejemplo de ello, dijo, se encuentra la explicación de los efectos cuánticos de los agujeros negros, que se han realizado en los últimos años.
El lanzamiento el proyecto LISA, un observatorio espacial de ondas gravitacionales con un costo de mil millones de dólares, está previsto para el año 2011 y es financiado conjuntamente por el Programa de Visión Cósmica de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la División de Astronomía y Astrofísica de la NASA.
Durante su conferencia Gravedad Cuántica: La Revolución Incompleta en la Física, realizada en el Instituto de Física de la Universidad de Guanajuato, Pullin explicó que la gravedad es algo sutil y extraña, porque requiere de condiciones particulares como objetos de masas enormes para sentir su influencia, y por otro lado, la mecánica cuántica describe el mundo microscópico donde los objetos no se comportan como en el mundo cotidiano de las personas.
Por ello, el estudio de la Teoría del Big Bang que dio origen al Universo y la formación de los hoyos o huecos negros son los modelos idóneos para comprobar la existencia de la gravedad cuántica.
«En el Big Bang la materia permaneció condensada en un estado muy pequeño para después expandirse y en los hoyos negros hablamos de gran cantidad de materia acumulada en una región pequeña», dijo.
Durante la ceremonia de ingreso como Miembro Correspondiente de la AMC, Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia, expresó que el miembro correspondiente número 73 es una autoridad a nivel mundial por lo que su incorporación a la asociación científica es pertinente.