Baje a conocer los cristales gigantes

La Crónica de Hoy
6 de mayo de 2013
Isaac Torres Cruz

Academia

«Le vamos a enseñar algo que acabamos de descubrir hace unos meses», le dijo el ingeniero en jefe, después de haber visto la Cueva de las Espadas. A cerca de 300 metros de profundidad y a cerca de 50 grados centígrados, Juan Manuel García Ruiz se encontró con la catedral de la mineralogía, entonces lo invadió la euforia.

Rió de manera incontenible (quizá a carcajadas), sabía que lo presenciado era posible, pero nunca imaginó que la naturaleza se atrevería a hacerlo. Sus ojos miraron por primera vez los enormes cristales de yeso, de hasta 10 metros de largo, saeteados bajo el Desierto de Chihuahua y encontrados por la empresa minera Peñoles.

“¡Esto lo trabajo yo!” —se dijo hace poco más de una década el investigador español, ahora director del Laboratorio de Estudios Cristalográficos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España—. “Era un reto importante”, señala en entrevista.

Transcurrió un lustro aproximadamente, entonces el científico describió el proceso de formación de la Cueva de los Cristales en Naica en la revista Geology; además de fotografías para ilustrar el artículo: “¿Seguro que son reales?”, le preguntó el editor a García Ruiz. Fue la portada de esa edición.

El colega al frente de la revista más prestigiada del área no podía creer que existiera algo así, pero en el imaginario de la gente la incredulidad no es muy distinta. Sin embargo, usted puede bajar y conocer el sitio, no necesita ser científico, aunque a juicio de Juan Manuel, Juanma, debería de merecerlo antes de tener la oportunidad.

“No sé qué tanto se conoce en México la importancia de Naica, pero es vital que sepáis que tenéis la maravilla natural más importante de la mineralogía sin duda”. Algo tan monumental como las pirámides prehispánicas o las Barrancas del Cobre, cita como ejemplos. Incluso enfatiza que el sitio debería ser promovido como Patrimonio Natural por la UNESCO, para lo cual México necesita hacer la solicitud.

La Cueva de los Cristales podría ser sólo una muestra de una “ciudad de cristal” bajo Naica, refiere Juanma, quien visitó recientemente la capital para la ceremonia de su ingreso a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

“Si la teoría de formación que proponemos es cierta, la ciudad de Naica está llena de sitios como los de la Cueva de los Cristales gigantes. Sobre todo en una formación llamada “aurora”, que tiene anhidrita sedimentaria que corre por el desierto, entonces sería seguro que en Naica se encontrarán otras cavidades como ésta.

LABORATORIO NATURAL. La importancia científica del lugar incide en que se trata de un laboratorio natural de cristalización, cuyas condiciones serían imposibles de reproducir o habría que esperar los miles de años que tardó en formarse. Naica es único para saber cómo se comportan los cristales cerca del equilibrio para crecer así.

Ello ha sido motivo de diversos artículos en PNAS, Geology y Science, donde ha sido portada. Los científicos han analizado, entre otros estudios, la medición de la temperatura de formación de los cristales en distintas alturas y profundidades de la tierra. Ahora trabajan en el estudio de qué controla la morfología de los cristales.

Desde el hallazgo de las cuevas ha surgido el interés por hacer estudios biológicos sobre su capacidad para albergar vida, lo cual ha sido desestimado en principio por estudios del grupo de investigación del español.

El sitio ha albergado mineros desde el siglo XIX, por lo que, aclara, cualquier estudio microbiológico debe ser tremendamente riguroso con el problema de la contaminación. Por esto, lo primero es estudiar la biomasa que existe y un artículo publicado recientemente por los investigadores señala que hay muy poca.

“Hemos ido a las profundidades de la cueva, donde se supone habría menos contaminación, a colectar muestras y detectamos una biomasa muy pequeña. Esto significa que el papel que haya podido jugar la vida en la cristalización de minerales es: cero.

“Esto no quita interés por seguir investigando el tema, pero es importante tener estas consideraciones cuando se piensa que sólo por tener agua caliente y minerales hay una explosión de vida. Naica dice que no necesariamente y que no cualquier sitio extremo tiene una tasa de biomasa alta”.

CONSERVACIÓN. La actividad minera fue la que drenó el agua que sacó a “flote” los cristales de Naica y si en este momento acabara y se dejara de bombear el agua, en menos de una semana las cuevas se inundarían de nuevo.

“Entonces qué decidir para el futuro: ¿se deja de bombear o se convierte en un museo natural fantástico? A la minería le quedan muchos años, pero después, ¿quien dará el mantenimiento que es costoso?”.

—A la gente le interesa saber si algún día el sitio será accesible…

—Podría ser un museo natural perfecto, la gente no podría entrar a la cueva, pero asomarse a la puerta basta para apreciar su magnificencia. Además, las condiciones no son tan extremas y peligrosas como algunos documentales amarillistas lo pintan.

Se suspendieron las visitas, pero regularmente la empresa permite la visita, porque bien organizado se puede hacer una excelente visita museística. Es algo tan apasionante y único que quien vaya se lo tiene que merecer: antes de entrar los visitantes deberían ir al pueblo, tener un curso y explicación de cómo se formó, no puede ser sólo una Disneylandia. Ésa es la forma de enseñar Naica.

—Pensé que era un lugar en el que no podía entrar nadie.

—No, no, durante cierto tiempo fue inaccesible porque Peñoles hizo un contrato de exclusividad con un grupo para hacer una película, pero ahora, si escribes a la gerencia de la mina y preguntar por las visitas los fines de semana. Debe ir a verlo… además vendría gente de todo el mundo.

Juan Manuel García refirió que 2014 será nombrado el Año Internacional de la Cristalografía, donde el estandarte serán los cristales de Naica. En una página web especial para el Año estará disponible el documental El misterio de los cristales gigantes, dirigido por Javier Trueba y en el que colaboró.

El científico tiene la seguridad de que las cuevas se mantendrán en el futuro y que el 2014 se tornará en un reflector más del sitio. “La imagen de Peñoles y México están comprometidas por mantener esta maravilla de la naturaleza”.

¿Cómo se formó?

La historia comienza hace unos 30 millones de años. Los minerales de sulfuros de plomo, plata y zinc que se extraen en la mina de Naica tienen su origen en una bolsa magmática que ascendió desde el interior de la tierra en aquel entonces y se emplazó a unos 4 kilómetros de profundidad, por debajo de las rocas calizas que forman la estructura geológica de Naica. Ese magma caliente, rico en fluidos ácidos generó la formación de un skarn metamórfico a la vez que empujó las rocas calizas superiores formando la estructura en domo que es la sierra de Naica. Las aguas subterráneas se calentaron formando un sistema hidrotermal de fluidos ricos que depositaron minerales a medida que el sistema se fue enfriando. En los estadios finales de la mineralización ocurrió algo clave para nuestra explicación. Se formó la anhidrita, un mineral que tiene la misma composición que el yeso pero que carece de las moléculas de agua que el yeso tiene (etimológicamente anhidro significa sin agua). La anhidrita se formó a unos 150ºC y sus capas blanquecinas o azuladas se ven hoy en las paredes de la mina, sobre todo en los niveles más profundos de los 200 metros.

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