La Jornada On Line
3 de julio de 2008
La estrategia para transformar el sector energético requiere una perspectiva de largo plazo considerando los efectos o la prevención para mayores daños al ambiente.
México, DF. La presidencia de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz, urgió al gobierno a destinar de manera inmediata el 1 por ciento del Producto Interno Bruto al rubro de ciencia y tecnología, porque de lo contrario, dijo, el país seguirá generando y mantendrá grandes sectores de la población en condiciones lamentables.
Al participar en el foro energético en el Senado, Ruiz Gutiérrez también entregó a los legisladores dos proyectos; uno enfocado a la investigación en energías renovables y el otro a la prevención de daños por el cambio climático global.
Con respecto a la iniciativa de reforma presentada por el Ejecutivo -a cual calificó de insuficiente dadas sus inconsistencias y riesgos-, la consultora de la Unesco para la promoción de la educación superior enlistó una serie de omisiones que, desde la perspectiva científica, contiene dicho documento.
Uno de ellos, y en el que coincidió con los participantes del debate de este jueves, es que la transformación del sector petrolero requiere una visión integral y no transformaciones focalizadas en Petróleos Mexicanos (Pemex).
Entre otros puntos que señaló como erráticos es mantener el paradigma de la producción y exportación del recurso y dejando de lado la generación de materias primas con valor agregado.
Asimismo lamentó que no exista una estrategia energética a largo plazo, que no haya una coordinación de políticas en el rubro entre Pemex y la Comisión Federal de Electricidad ni tampoco un control en la indiscriminada extracción.
Mencionó entonces, a manera de propuesta, que la reforma debe incluir un cambio al régimen fiscal de la paraestatal de tal manera que genere riqueza en beneficio del país. Conminó también a apostarle por las energías alternativas, tales como las provenientes del sol, del mar y del aire. Sin embargo, precisó que en cuestión de bioenergéticos habrá que elegir por aquellos que no constituyan una amenaza a la oferta alimentaria ni para el medio ambiente. En concreto se refirió a la utilización de maíz o caña.
La doctora en Ciencias no dejó de insistir en que el nuevo esquema de la industria petrolera que pretende crearse requiere de erigirse bajo «un nuevo modelo de empresa pública, con eficiencia, flexibilidad, transparencia».
Por eso, agregó, la reforma petrolera debe precisar en la propiedad de la nación sobre hidrocarburos, del dominio del Estado sobre actividades como exploración, explotación y otros procesos que generen usufructo e inclusive en «sustraer a Pemex del tutelaje de la Secretaría de Hacienda».