Ahora sí es Semana, ahora sí es Nacional

El Economista
24 de septiembre de 2012
Manuel Lino

En el 2011, la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología no alcanzó a ser siquiera semana inglesa (duró apenas tres días) y mucho menos tuvo alcance nacional (solo se dijo que se habían realizado «actividades en los estados»), ni relevancia alguna en la ciudad de México. El post correspondiente en un blog de este periódico se titulaba “Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, qué oso».

Pero este año, en el Zócalo, como parte de esta Semana Nacional se realiza una enorme exposición en la que participan desde diversos museos de ciencia capitalinos y de varios estados, empresas y hasta algunos medios de comunicación.

No ocupa todo el Zócalo, pero el área es considerable, prácticamente la mitad, y las colas para entrar son largas y en ellas se cuentan cientos de personas.

Adentro hay diversas exposiciones, guías, talleres, conferencistas y otras actividades (ver recuadro), y si bien algunas pueden no ser muy didácticas ni entretenidas para el público en general hay muchas amenas e interesantes.

En entrevista, Jesús Mendoza Álvarez, subdirector de Radio y Televisión del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt, principal institución convocante), nos explica cómo fue que en un año creció:

—El año pasado, la Semana fue, con perdón, bastante triste y pobre. El panorama es muy distinto ahora. ¿A qué se debe?

Esta semana es en realidad la que hace el doctor Enrique Villa Rivera como director general del Conacyt. El año pasado, cuando él entró, la Semana ya estaba planeada y organizada, no tuvimos la oportunidad de hacer un diseño más apropiado a lo que considerábamos que debía ser de acuerdo al momento actual que viven la ciencia y la tecnología en México. Para esta edición 19 sí tuvimos tiempo para poder desarrollar un concepto museográfico básico, un tema y el contenido.

Todo parte del tema que nos pareció más apropiado que es el de la sociedad y la economía del conocimiento, creemos que el país necesita transitar hacia esa sociedad donde la educación en ciencia e ingeniería, donde el conocimiento y el aprovechamiento social del mismo, a través de la innovación, pueda desembocar en más y mejores empresas y empleos, creemos que es el círculo virtuoso que va a provocar que el país pueda acceder a una etapa de crecimiento y desarrollo económicos.

Y lo que hemos visto a través de todos estos años es que el país cuenta con los elementos básicos para acceder a una sociedad del conocimiento y cada uno de los pabellones que tenemos representa a uno de esos elementos constitutivos de una sociedad del conocimiento.

(Hay seis pabellones: Educación y ciencia; Tecnociencia interactiva; del Conocimiento; de la Innovación; Consejos Estatales, y Ciencia en los medios).

—¿Además del Zócalo, qué hay?

En todas la entidades federativas, en la capitales e incluso en otros municipios, prácticamente todas las escuelas a nivel de educación básica desarrollan actividades de divulgación científica con el apoyo y colaboración de universidades y centros de investigación o de las instituciones educativas locales. Es realmente a nivel nacional, es en muchas ciudades. Nuestra estimación estadística es que participarán más de 2 millones de personas. Se ha hecho por 19 años, entonces la verdad es que ya está arraigado.

—¿Cuánto cuesta y de dónde vienen los recursos?

Todas las instituciones aportan recursos. Por ejemplo, todos los profesores y divulgadores de todo el país obviamente representan un costo, que es pagado por sus instituciones, no es un costo que hayamos calculado, pero lo vamos a hacer.

Para esta edición, el Conacyt ha hecho una inversión directa de operación de aproximadamente 9 millones de pesos. Son para cosas como el traslado de la muestra del Museo del Desierto que está en Coahuila o la del Museo de Ciencias de Sinaloa, o las exposiciones que vienen de Tabasco y Yucatán; otro ejemplo serían los programas de vocaciones y talentos científicos, viene uno de Chihuahua, otro de Baja California, incluso los que vienen de la Ciudad de México, como el Universum, Papalote, el Museo Interactivo de Economía, el Tecnológico y el traslado pues tiene un costo. Es en cosas así que se está invirtiendo.

—¿Qué tan perdurable será este esfuerzo? ¿Hay algún plan concreto para que no sólo se siga haciendo la Semana sino que lo haga con la fuerza con la que se está haciendo esta edición?

Conacyt constituyó un Comité de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología que está conformado por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, el Centro de Difusión de Ciencia del Politécnico, la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología, la Asociación de Mexicana de Museos y Centros Interactivos y otras instituciones, lo que seguramente será un respaldo y un apoyo para que la Semana crezca en calidad y en calidad de ofertas con las próximas autoridades del Conacyt.

—Más allá de la cantidad de personas que asistan, ¿tendrán alguna medida del impacto que tiene la Semana?

Tenemos una evaluación de qué es lo que se lleva la gente después de visitar la exposición. Si quieres más adelante platicamos de qué datos duros nos aportó.

EN NÚMEROS

80 expositores.
8 museos y centros de ciencia interactivos.
9 talleres de ciencia recreativa.
5 programas de talentos y vocaciones científicas.
11 empresas de base tecnológica.
17 medios de comunicación.
18 redes del ?conocimiento.
8 consejos estatales de ciencia.

UNIVERSUM CUMPLE 20 AÑOS DE VIDA

Científicos se unen para pedir a Peña Nieto apoyo

Instituciones públicas, privadas y empresas de la innovación asociadas a la ciencia se unen para presentarle al Presidente electo, Enrique Peña Nieto, sus propuestas.

“La ciencia necesita más apoyo, es claro, y por primera ocasión se lleva acabo un esfuerzo muy grande coordinado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para hacer una propuesta de cuál deber ser la agenda nacional sobre todo esto”, aseguró en entrevista José Franco, Director General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.

Sin revelar más detalles, Franco resaltó la importancia del tema y se limitó a decir que “ya viene y que por primera vez estemos juntos es muy relevante”.

Hasta ahora, la comunidad científica ha solicitado un mayor interés por parte del gobierno por el tema y la urgencia de triplicar la inversión en ciencia, tecnología e innovación, para así superar la meta de 1% del PIB.

Otras de las peticiones es fortalecer la infraestructura para la generación de conocimiento y alcanzar mayor internacionalización de los proyectos de investigación.

Por ahora, Peña Nieto no ha designado a la persona responsable para la transición en ciencia y tecnología, temas que son fundamentales para el país.

Y LA CIENCIA SE SUBE AL ESCENARIO

En otro tema, José Franco también habló de los festejos por los 20 años de Universum, el Museo de las Ciencias de la UNAM, uno de los más exitosos del país.

“Creo que el secreto es haberle dado al museo una visión moderna de la ciencia, eso le ha permitido tener un éxito relativo pero queremos darle giros más actuales”, comentó.

El museo ejerce un presupuesto aproximado de 160 millones de pesos y recibe al año más de 500,000 visitantes; desde el 2008 se ha trabajado en la remodelación con bastante éxito.

“Principalmente nos visitan estudiantes en la semana; mientras que los sábados y domingos vienen muchas familias pero debemos seguir difundiendo las actividades, sobre todo entre los universitarios, porque creo que nos ha faltado hacer mucha difusión al público interno”, dijo.

El Festival de Teatro del Conocimiento es el evento con el que arrancan los festejos por los 20 años de Universum con el que buscan, a través de la dramaturgia, acercar la ciencia a más públicos.

Algunas de las obras que se presentarán son ¿Y dónde está Plutón?, espectáculo de títeres que narra la historia del pequeño Plutón; La familia carambola, serie de reflexiones para redescubrir las matemáticas o El laboratorio del Dr. Rost, una exhibición de química deriva rápidamente en un espectáculo divertido que presenta sorprendentes experimentos con el fin de fascinar con la química.

El festival terminará con la presentación del libro Escamas al rescate (Editorial Libros de Godot) de Eduardo Castañeda. A través de una historia con humor y coreografías se explica al público la importancia de preservar a los reptiles mexicanos y evitar la compra de especies exóticas.

El Festival de Teatro del Conocimiento se llevará a cabo el 29 y 30 de septiembre a partir de las 12 del día en la explanada de Universum.

(Con información de Vicente Gutiérrez)

manuel.lino@eleconomista.mx

http://bit.ly/ROCa8O


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