El Sendero del Peje
30 de marzo de 2010
Redacción
Expertos reunidos en el simposio “Controversias, mitos y realidades sobre el uso de células troncales en México”, coincidieron en que el país está rezagado en materia de trasplantes de células madre hematopoyéticas.
Alejandro Limón Flores, del Servicio de Hematología del Hospital de Especialidades del IMSS en Puebla, expuso que desde 1979 a la fecha se han llevado a cabo en México menos de tres mil trasplantes hematopoyéticos, mientras que España se hace la misma cantidad cada año.
Además, señaló que sólo cuatro ciudades del país: Monterrey, Guadalajara, México y Puebla tienen programas activos de trasplante de células madre hematopoyéticas; en el sureste, donde viven 25 millones de mexicanos, no hay un solo programa de este tipo.
El director del Instituto de Investigación Anthony Nolan y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Alejandro Madrigal, señaló que en la actualidad el tema de las células madre es obligado en las facultades de medicina.
Ello, según un comunicado de la AMC, porque se sabe que el cáncer, la leucemia y otras enfermedades malignas no ocurren a nivel de células diferenciadas, sino cuando las células madre adquieren mutaciones que empiezan a generar que crezcan sin control.
Dijo que este es un tema que apenas se empieza a entender, pues aún se tiene un concepto vago y poco definido de cuáles son las características de una célula madre.
En particular, se refirió a las células madre hematopoyéticas, las cuales aún no se pueden hacer crecer en cultivos in vitro.
“Hasta la fecha hemos logrado crecerlas introduciendo genes, pero se presenta el problema de que aún desconocemos las complicaciones que podría traer esta manipulación genética”, acotó.
Si bien en el tratamiento de las leucemias y linfomas se utiliza el trasplante de células hematopoyéticas, este un procedimiento que apenas se empieza a perfeccionar, advirtió.
En su oportunidad, Clara Gorodezky Lauferman, del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos y miembro de la AMC, subrayó la importancia de que los proyectos científicos aterricen en programas que tengan un impacto directo en la salud de los mexicanos, como los programas de trasplantes.
Agregó que la comunidad científica y los estudiantes de postgrado deben mostrar un compromiso verdadero con la ciencia y encontrar la forma de difundir la cultura de la donación.