A Ciencia cierta
11 de octubre de 2005
José Luis Morán López*
Varios de los ponentes de la Primera Reunión Regional de Ciencia y Tecnología, que se llevó a cabo en agosto en San Luis Potosí y de la cual escribí en este mismo espacio la semana pasada, hicieron hincapié en que existe una gran asimetría entre las universidades públicas estatales y las llamadas universidades nacionales en lo que respecta a presupuesto, salarios y estímulos para los académicos, así como infraestructura y recursos para investigación.
Asimismo, en el encuentro organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso de la Unión y el Gobierno del Estado de San Luis Potosí, salió a colación la propuesta de crear plazas homologadas o crear el nombramiento de profesor investigador con tabuladores nacionales.
La reunión dedicó también un espacio a los jóvenes investigadores, con el fin de conocer sus inquietudes y considerar a este importante segmento de la comunidad científica dentro de los proyectos de desarrollo de la ciencia en el futuro inmediato.
Los puntos relevantes se centraron en demostrar que no existen, en general, mecanismos adecuados para incorporar jóvenes investigadores a las instituciones de educación superior e investigación del país y, en particular, a las universidades públicas de los estados. Se habló del programa de repatriaciones y retenciones que, no obstante haber demostrado ser un instrumento sumamente útil y económico para facilitar el retorno de investigadores del extranjero e incorporar a recién graduados a las universidades y centros de investigación, se encuentra restringido y con problemas administrativos.
La preocupación por la creación de nuevas plazas fue unánime entre los participantes. La AMC hizo una propuesta para promover e incentivar la realización de una reunión temática entre los jóvenes investigadores.
Además, se abordaron los temas de Vinculación con el Sector Empresarial, el Desarrollo Regional Científico y Tecnológico, así como el gran reto de Descentralizar la Ciencia y la Tecnología en nuestro país. í‰sta última reviste una importancia especial para la región, pues ha habido un esfuerzo para crear nuevas instituciones de educación superior y centros de investigación científica que propicien la consolidación de un polo científico y tecnológico regional.
Las conclusiones son en esencia que los casos singulares de descentralización de instituciones han ocurrido por la iniciativa de individuos que han impulsado contra viento y marea proyectos, a pesar de las condiciones desfavorables. La evolución medida con indicadores, como el número de científicos que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores y que radican en el interior de la República, indica que no ha habido un cambio sustantivo en la descentralización de la investigación.
Finalmente, el evento cerró con broche de oro dando curso a la mesa Reflexiones para una Nueva Política en Ciencia y Tecnología, que reunió a un importante panel de académicos y politólogos quienes analizaron la relevancia de impulsar una Política de Estado en materia de ciencia y tecnología.
Se hizo evidente la necesidad de dar a la actividad científica una mayor dimensión que permita ubicarla como una prioridad nacional, que no esté sujeta a los avatares de los cambios administrativos sexenales, y que las políticas científicas que se implementen tengan continuidad y cuenten con los recursos necesarios.
Los análisis ponderaban la poca importancia que actualmente se le da a la ciencia y la tecnología, en los ámbitos gubernamental y social, en contraposición con la necesidad existente de declarar a estos rubros como sujetos de una política de Estado o, más aún, un asunto de seguridad nacional.
*Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y director del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica.