Reforma
23 de febrero de 2006
Patricia López
Especialista español considera que lo único que le falta a la ciencia mexicana es despegar, ya que cuenta con todos los aditamentos para el vuelo.
Los científicos mexicanos son muy entusiastas y extremistas, quieren hacer volar un avión muy alto, el de la ciencia y la tecnología, pero para ello deben saber primero que necesitan combustible, una pista y una velocidad adecuada para hacerlo despegar, explicó José Luis Martínez Peña.
El director de Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia de España, de visita en el País invitado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó con científicos mexicanos y extranjeros las conclusiones de un taller de análisis sobre la problemática de la ciencia nacional, realizado en Cuernavaca, Morelos, 21 y 22 de febrero.
En conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México, el funcionario hispano exhortó a la iniciativa privada y demás sectores sociales mexicanos a no esperar hasta que haya una gran crisis económica y social, como la que hubo en España a finales de la década de los 70, para darse cuenta de que la ciencia y la tecnología son la palanca para alcanzar el bienestar de vida que quiere la población.
Cuestionado sobre su impresión del gremio científico nacional, Martínez evaluó que los investigadores mexicanos son muy buenos, pero también muy aislados, por su escaso número y la falta de mayores recursos económicos.
En su País, recordó, resultó exitoso el modelo de participación directa de científicos en política, pues así hay una mayor incidencia en decisiones de Gobierno que beneficien la relación entre investigación y desarrollo.
Como ejemplos, destacó a personajes españoles como el físico Javier Solana Madariaga, actual encargado de la política exterior de la Unión Europea, y al bioquímico Federico Mayor Zaragoza, ex director de la UNESCO, quienes han participado activamente para vincular a la ciencia básica y aplicada con la industria y el beneficio social.