Diario Monitor
Es el primer mexicano en obtener este reconocimiento
4/febrero/2005.- Por su destacada trayectoria y relevantes contribuciones en materia de Ingeniería Química, el investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM Enrique Galindo Fentanes recibió el Premio Sven Brohult a la excelencia académica que otorga la Fundación Internacional para la Ciencia (IFS, por sus siglas en inglés), lo que lo convierte en el primer mexicano en obtener este importante reconocimiento.
El grupo de Ingeniería en Bioprocesos, encabezado por Galindo Fentanes, se dedica a desarrollar técnicas de cultivo celular a gran escala, conocidas como tecnologías de fermentación, fundamentales para obtener bioproductos de interés comercial. Entre los estudios más avanzados está la generación de elementos para las industrias petrolera y de alimentos, como biofungicidas o agentes de control biológico, demandados en la agricultura porque no afectan la salud de las personas ni del medio ambiente.
Uno de ellos el la goma natural xantana, desarrollada por científicos de la UNAM hace 20 años a solicitud del Instituto Mexicano del Petróleo, a partir de la bacteria Xanthomonas campestris, utilizada para evaluar el uso de polímeros como viscosificantes para eficientar la extracción del hidrocarburo. La Universidad transfirió la tecnología a dicho Instituto, patentándola de manera conjunta.
Galindo Fentanes, quien en 1994 obtuvo el Premio de la Academia de la Investigación Científica, dijo que en la actualidad resultaría adecuado darle uso industrial, pues se recurre con mayor frecuencia al proceso de «recuperación secundaria y terciaria» del energético, consistente en inyectar presión al manto del yacimiento con el propósito de que el material -ya sin presión suficiente para emerger en forma natural- salga de las profundidades.
Explicó que el microorganismo base es un patógeno de plantas como coles y coliflores, provocándoles la «pudrición negra». En colaboración confitopatólogos del Colegio de Posgraduados de Chapingo, indicó, desarrolló estudios para determinar sí las cepas más virulentas producirían mayor cantidad de xantana. Detalló que forma un tapón en el tejido vascular de la planta, lo cual impide transporte de nutrientes y, por ende, muere de inanición.
Luego, dijo, se colectó su variedad silvestre más agresiva -con mayor producción que los de colección- y se produjo goma con altos rendimientos y elevado poder viscosificante.
También habló sobre otros usos. Corno en el sector alimentario. Mediante un proceso similar se obtuvo la misma sustancia, pero más pura, lo que permite dar consistencia y textura a helados y aderezos, y mantener suspendida -sin sedimentarse- la pulpa de fruta que contienen algunas bebidas.
En una solemne ceremonia en Viena, Austria, aunque la sede de la Fundación Internacional para la Ciencia está en Estocolmo, Suecia, el presidente del Consejo de la Fundación, Bruno Messerli, entregó esta distinción trianual a Galindo Fentanes, séptimo científico del mundo al que se le ha concedido este galardón.
La institución financia diversas investigaciones para impulsar el desarrollo sustentable y tiene presencia en 85 países en crecimiento.
El investigador Enrique Galindo y su grupo también trabajan para obtener otra goma, los alginatos, proveniente de otra bacteria no patógena que habita en el suelo: la Azotobacter vinelandii.
En todo caso, el proyecto de la xantana, agregó, sirvió además como modelo de estudio de diferentes aspectos microbiológicos y de bioprocesos, lo que les facilitó incursionar, recientemente, en el campo de los biofungicidas.
Dijo que con base en el hongo Trichoderma harzianum, el producto ha sido evaluado en pruebas de campo en cosechas de jitomate, ajo y garbanzo.
La formulación, desarrollada en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México permitió aumentarla obtención del primero, con calidad de exportación, hasta en 40 por ciento.
Por otra parte, indicó, una enfermedad llamada antracnosis ocasiona pérdidas importantes en los plantíos de mango en todo el país. Se caracteriza porque en la piel de la fruta aparecen manchas negras debido a la infección de un hongo.
En colaboración con fitopatólogos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, unidad Culiacán, los académicos de la UNAM optaron por utilizar biofungicidas para elevar la producción y calidad esos frutos tropicales para la venta al exterior; ya se han hecho pruebas semicomerciales.