Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/15/06
Zapopan, Jalisco, México, miércoles 15 de febrero de 2006
- Piden que se establezca una política científica de Estado transexenal
- Señalan necesidad de crear planes de estudio más integrales, orientados a la solución de problemas nacionales
- Ruy Pérez Tamayo durante su conferencia magistral.
Foto: Arturo Barba N./AMC
Cerca de 50 jóvenes investigadores de diversas instituciones de todo el país pidieron la reestructuración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para que se le dote de autonomía, le permita establecer una política de estado transexenal e impulse el desarrollo científico de México orientado a resolver los principales problemas que aquejan a la nación.
Los científicos reunidos en la Universidad de Guadalajara mencionaron que entre algunas de las acciones que deberá emprenderse en el futuro inmediato por esta institución y por el próximo gobierno federal, se encuentra el promover la participación de los científicos en la solución de los principales problemas nacionales.
Atocha Aliseda, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó se debe impulsar la formación de científicos en áreas multidisciplinarias e interdisciplinarias de acuerdo a los problemas que se quieran resolver, como por ejemplo el tema del agua y el medio ambiente, ya que la formación tradicional por disciplinas (química, física, biología) han quedado rebasadas ante la problemática nacional.
En el segundo y último día de actividades de la reunión Perspectivas científicas y tecnológicas en México a partir de sus jóvenes investigadores, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias y la Universidad de Guadalajara, se discutió la necesidad de formar nuevas generaciones de científicos con planes de estudio más integrales, donde se vinculen las ciencias naturales y exactas con las sociales y humanidades.
«Se requiere un cambio de mentalidad, pero en esta administración no hubo interés por la ciencia», mencionó Rafael Loyola, de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, al leer las conclusiones del encuentro.
Loyola agregó que uno de los requisitos indispensables en el ejercicio de la investigación se encuentra el aspecto de la ética y la autocrítica en todos los aspectos de la ciencia y la academia, como lo han marcado las recientes noticias en relación con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, del Instituto Politécnico Nacional.
Ante legisladores como Salvador Martínez Della Rocca y Enrique Jackson, los investigadores resaltaron la necesidad de comprometer a los políticos para cumplir la ley de ciencia que establece destinar a este sector el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y tomar decisiones con base en el conocimiento.
Durante su conferencia magistral, Ruy Pérez Tamayo, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM y miembro de la AMC, dijo que en el futuro los científicos mexicanos deberán vincularse más con la sociedad para poder crecer.
«Necesitaremos una participación más activa de la AMC y de la sociedad civil. Este sector ha ganado peso social y político, y tendrá todavía más», aseguró. «La ciencia se ha desarrollado a pesar y en contra del gobierno en los últimos 50 años y continuará haciéndolo a pesar del abandono y las crisis económicas».
Datos del investigador universitario señalan que en el año 2000 en México había 0.65 científicos por cada 10 mil habitantes, cifra menor a la de países de similar desarrollo como Cuba (4), Chile (3) y Brasil (5.8).
En tanto, mientras el presupuesto al sector en 2000 en México era de 0.35 por ciento del PIB, Brasil dedicaba el 1.04 por ciento, España el 1.03, China el 1.23 por ciento.
Mayor equidad de género en la ciencia
Entre las conclusiones de la reunión destacó la necesidad de establecer una mayor equidad de género en la ciencia. Atocha Aliseda refirió que, si bien ha habido un aumento de la participación de las mujeres en el sector, aún no hay una participación igualitaria.
«Sólo hay que ver el número total de científicos en el Sistema Nacional de Investigadores, donde una tercera parte son mujeres, o en la membresía de la Academia Mexicana de Ciencias, donde sólo una cuarta parte son del género femenino», refirió.
Por ello, las políticas científicas deben contemplar la perspectiva de género desde las necesidades naturales y personales de las mujeres, concluyeron.