La Prensa
J. ADALBERTO VILLASANA
6-enero-2005 .- Están documentados al menos 30maremotos en las costas mexicanas en los últimos tres siglos, revelan estudios de integrantes de la Academia Mexicana de Ciencias. Acapulco ha sido él puerto más afectado,
Se tiene registro que desde el siglo XVIII hasta nuestros días las costas mexicanas, principalmente las del Pacífico, han sufrido de poco más de 30 maremotos y/o tsunamis, de acuerdo con los estudios realizados por Gerardo Suárez Reynoso, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En su libro «Los Sismos en la Historia de México», Suárez Reynoso revela que este tipo de fenómenos naturales han ocasionado daños principalmente a las costas de Guerrero y Oaxaca, siendo el puerto de Acapulco el sitio donde se reportan los peores daños.
En este texto, elaborado conjuntamente con Virginia García Acosta, se da cuenta de cuatro maremotos y tsunamis ocurridos en el siglo XVIII, poco más de 10 en el XIX, y más de una docena en el siglo XX, cuando se produjeron diversos daños.
Suárez y García, ambos investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, revelan que el primer maremoto del cual se tiene registro en el territorio nacional fue el ocurrido el 23 de febrero de 1732 en las costas de Guerrero, fenómeno natural que provocó mayor daño, por ocurrir en medio de fuertes lluvias;
A ese maremoto le siguió otro ocurrido el 1o. de septiembre de 1754, documentado en los archivos de Chilpancingo, donde se describe que este fenómeno provocó que varios navíos quedaran varados y diversas casas dañadas por las fuertes olas.
Sin embargo, en el libro editado por la UNAM y el Fondo de Cultura Económica se relata que el principal maremoto del siglo XVIII se verificó el 28 de marzo de 1787 en las costas de Guerrero y Oaxaca, provocando que el tsunami se llevara consigo casas, personas y ganado, de diferentes pueblos de ambos estados.
De los albores del siglo XIX se cuenta con registros de maremotos en Baja California, Veracruz y Colima; en este último, en 1816, se describe que «el mar se salió más de 600 pasos», originando que las salinas del lugar quedaran inutilizadas por casi 10 años.
El 4 de mayo de 1826, el texto cita un registro de los archivos del Ayuntamiento de Acapulco, Guerrero, donde se explica que un maremoto ocurrido ese día ocasionó que el mar se saliera 50 o 60 varas (de 40 a 48 metros) fuera de sus límites normales.
Los científicos revelan que el maremoto de abril de 1845, uno de los más documentados del siglo XIX, provocó tsunamis en las costas de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Jalisco.
En el texto se cita el ejemplar del boletín «El Faro de Acapulco», donde se- señala que el 12 de agosto « de 1868 se registraron en la madrugada dos sismos en las costas de Guerrero a los cuales, dice: «debe atribuirse el extraordinario flujo y reflujo que desde la mañana y hasta las , ocho de la noche se observó en el mar, el cual se retiró por 30 varas (24 metros) más allá de su posición ordinaria, y después cubrió la ribera 40 varas (32 metros) más acá de la misma, inundando las casas inmediatas».
El resto de los maremotos o tsunamis ocurridos en el siglo XIX fueron de mediana intensidad, provocando escasos daños a las poblaciones costeras de los estados donde se registraron, como Sinaloa, Campeche, Yucatán, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
El primer maremoto registrado en el siglo XX fue el ocurrido en las costas de Guerrero el 14 de abril de 1906, el cual ocasionó la inundación del pueblo de Coyuca de Catalán y algunos daños al puerto de Acapulco; además se reporta que el mar en algunas zonas se retiró por más de 200 metros.