Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/206/11
México, D.F., 15 de octubre de 2011
- Más de 30 niños tzotziles en el taller de robótica
- Con broche de oro cierra el XX Encuentro Nacional de Computación Infantil y Juvenil
- XX Encuentro Nacional de Computación Infantil y Juvenil.
Foto: AMC
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Crear un robot es el pretexto para echar a andar la imaginación de los niños. Con este taller las niñas se dan cuenta que también pueden ser científicas y cuando menos se dan cuenta ya están aplicando todos los sentidos y creando, dijo el Dr. Enrique Ruiz Velasco, director del Programa Computación para Niños y Jóvenes de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
“Se trata de un taller de robótica móvil, los niños crean un robot controlado a través de un celular lo que disminuye costos. Se pueden controlar robots a la distancia con comunicación entre los lugares donde se implemente este taller”, explicó Ruiz Velasco, quien impartió el taller de robótica a 30 niños tzotziles y alrededor de 20 niños más de entre 7 y 13 años de edad de Michoacán, Hidalgo, Nuevo León, Chiapas y Distrito Federal.
Agregó que a los niños les gusta mucho este taller porque entran en contacto con sensores, capacitores, cristales y muchos otros materiales. Y así, cuando se dan cuenta ya tienen sus prototipos de robótica pedagógica, que están llenos de Matemáticas, Física, Química e Historia.
Venimos a llenar de armas cognitivas a los niños y niñas de Zinacantán, a llenarlos de nuevas experiencias y creo que logramos cerrar con broche de oro este encuentro, expresó el doctor Ruiz Velasco.
Entre sorpresa y admiración los niños, pero en su mayoría niñas, manipularon, soldaron, armaron y razonaron. “Yo quiero ser científica”, manifestó Antonia Rosa Vázquez Hernández, que a sus 11 años se dice feliz con lo que aprende del Programa de Computación para Niños y Jóvenes de la AMC.
EL TALLER EN ZINACANTÁN
Mtro. Juan Pedro Pérez Vázquez, director de la Casa de la Cultura de Zinancantán, narró que en el año 2000 se logró concretar el programa de cómputo, “nosotros nos pusimos muy felices de ser el primer municipio indígena en tener este programa de cómputo de la Academia Mexicana de Ciencias”.
La educación es muy importante para nosotros y nos sentimos muy orgullosos cuando nuestros niños van con sus proyectos a otros estados a demostrar el uso de esta herramienta tan importante, pero más felicidad nos da saber que se preservan nuestra cultura con el uso de la lengua Tzotzil, señaló Pérez Vázquez.
El primer instructor de esta sede, una de las 129 que existen en el país, pero la única con programa bilingüe, Carlos de la Cruz, asegura que es muy satisfactorio trabajar con los niños y ver cómo desarrollan su capacidad creativa.
“Los instructores y los niños nos damos la oportunidad de aprender para acercarnos a las ciencias en general y a la tecnología en particular”, subrayó.
La instructora que actualmente imparte el programa en la Casa de Cultura de Zinacantán es una mujer indígena Tzotzil, Juana Bernarda Hernández, que a sus 29 años de edad está segura que seguirá involucrada con la educación y la informática.
Como los telares de cintura, las historias y los sueños se tejen en colores brillantes, con ganas de preservar todas las manifestaciones culturales de este terruño floricultor, que a base de trabajo y empeño ha logrado romper esquemas, sin olvidar las raíces. “Queremos aplicar la tecnología a beneficio de nuestro pueblo”, concluyó Juanita, como le dicen de cariño los niños y adultos de Zinacantán.
En Chiapas, existen varias sedes para poder acudir al Programa de Computación para Niños y Jóvenes: Palenque, Yajalón, Comitán, San Cristóbal, Las Margaritas, Tuxtla Gutiérrez, Zinacantán y Pavencul, municipio de Tapachula.
Y con una experiencia lúdica se concluyó la vigésima edición del Encuentro Nacional de Computación Infantil y Juvenil.