La Crónica de Hoy
12 de junio de 2011
Redacción | Cultura
En su adolescencia, Ana Barahona Echeverría quería ser matemática. Pero tres meses antes de salir de la Preparatoria 6 cambió la especialidad y estudió biología en la UNAM. Hoy es la primera mujer mexicana en ingresar la Academia Internacional de Historia de la Ciencia.
La jefa del Departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNAM recuerda que siempre tuvo aptitudes para las matemáticas. “Soy muy analítica, creo de ahí mi gusto, pero no me arrepiento de la decisión que tomé y el camino que elegí”.
La investigadora mexicana señala que para ser aceptada como integrante de la Academia, primero fue propuesta por dos colegas de las universidades de Atenas, Grecia, y Wisconsin, Estados Unidos. “Ellos elaboraron la carta de motivos que fue evaluada, junto con mi currículum, por el Consejo de la Academia.
Éste, dice, es un gran reconocimiento, por el hecho de ser la primer mujer mexicana y porque me integro, al mismo tiempo, a la Academia, con especialistas que admiro, como Janet Browne, Jean Gayon, Peter Bowler, Daniel Kevles y Theodore Porter.
“Ser miembro permanente implica un reto, es una responsabilidad promover no sólo en la Universidad Nacional o en el país los estudios de biología y la importancia de los de historia y filosofía de la ciencia en las sociedades modernas, sino realizar esta labor a nivel global”.
Ana Barahona es académica de la UNAM desde hace 31 años y presidenta de la Sociedad Internacional de Historia, Filosofía y Estudios Sociales de la Ciencia, agrupación de especialistas internacionales de la rama de la biología.
Dice que su vida está ligada a la UNAM: “estudié en la Escuela Nacional Preparatoria plantel 6, ‘Antonio Caso’; la licenciatura y el posgrado en la FC, y llevo más de tres décadas aquí. Para mí, la Universidad representa los valores e ideales de la academia y de la democracia”.