Diario de Yucatán
27 de mayo de 2011
Notimex
Mérida.- La joven estudiante de la Facultad de Química de la UADY, Ariana Elizabeth Vargas Castillo, presentó la fundamentación científica del uso de una planta para el control de diabetes.
Este fue motivo para que la estudiante de la Universidad Autónoma de Yucatán obtuviera el segundo lugar en una competencia de carteles realizada en el Congreso Internacional de Farmacología que se realizó en la Ciudad de México, del 16 al 20 de este mes.
En su exposición, demostró que un producto natural denominado Morinda Panamensis es eficaz para la disminuir la concentración de azúcar en las personas diabéticas.
Con asesoría del doctor en farmacia, Rolffy Rubén Andrade, académico de la Facultad de Química, Ariana realizó su tesis de licenciatura basada en la planta que morfológicamente tiene parecido con otra especie, Noni, ampliamente comercializada.
Ambas especies, Morinda Panamensis y Noni, fueron introducidas a Yucatán, precisó la joven, quien ya participó en tres programas del Verano de la Investigación, dos de la UADY y uno de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Ahora, con el sustento científico que respalda el uso de la medicina tradicional, Ariana se prepara para investigar los principios activos de la Morinda Panamensis, que la llevaría a generar una nueva aportación para la farmacopea usada en el tratamiento de la diabetes.
Para Manuel Baeza Bacab, coordinador del Sistema de Investigación y Posgrado, Ariana es ejemplo de lo que busca y apoya la UADY.
Reiteró que es muestra de la trascendencia social universitaria, ya que con su investigación demuestra que el tratamiento con plantas es origen de fármacos.
‘Con su trabajo de tesis la estudiante de Química avaló lo que la medicina tradicional hace’, apuntó, y recordó que la planta, objeto de estudio, es utilizada como un té.
Esto que se hace de manera tradicional ahora tiene una fundamentación científica, reiteró el responsable del Sistema de Posgrado e Investigación.
El Congreso Internacional de Farmacología realizado en la capital del país, en el antiguo Palacio de Medicina de la UNAM, fue auspiciado por la Asociación Mexicana de Farmacología, la Western Pharmacology Society y la International Society of Pharmacoepidemiology.