La Crónica de Hoy
30 de marzo de 2011
Alfonso Larqué Saavedra *
El pasado 10 de marzo del presente año, a las 10:24 horas, el Congreso del Estado de Yucatán aprueba por unanimidad La ley de Fomento al Desarrollo Científico, Tecnológico y a la Innovación del Estado de Yucatán. Durante la sesión solemne, los diputados oradores de los partidos PRD, PAN y PRI aportaron los fundamentos del porqué de su aprobación.
Resaltaron desde luego la importancia que la ciencia y tecnología tienen en este momento a nivel mundial y su repercusión en el bienestar de las sociedades. Importante mensaje para la comunidad académica de científicos y tecnólogos, pues una ley que se aprueba por unanimidad es un buen síntoma de la salud de la iniciativa y de la esperanza que ayudará a la transformación de la sociedad.
Para los que estuvimos presentes en esta determinación, resultó claro que la aprobación favorecerá, en el corto plazo, el compromiso del Estado para apoyar a la ciencia y la tecnología, que destacaron como piezas indispensables para el desarrollo del pueblo yucateco.
En junio de 2002, el Congreso de la Unión aprobó la ley de Ciencia y Tecnología en la que se anotaba en su artículo 21 la necesidad de descentralizar y favorecer el desarrollo regional, con el señalamiento de integrar el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología de este país. En este sentido, el 12 de junio de 2009, en la reforma y adiciones que se hacen a la ley se anota en los apartados V y VII, del artículo 2, la insistencia de fortalecer el desarrollo regional a través de políticas integrales de descentralización de la actividad científica, tecnológica y de innovación.
En respuesta a esta disposición, el 4 de junio de 2004, Yucatán hace pública la Ley de Fomento a la Ciencia y Tecnología del Estado, y establece su Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología. No obstante, conviene resaltar que en este 2011 se decidió modificar la ley como resultado de los cambios que en la actividad científica, tecnológica y de innovación han ocurrido en Yucatán y que rebasan por mucho lo establecido en la ley de 2004.
A reserva de señalar que la nueva norma consta de 76 artículos, divididos en 23 capítulos y 10 títulos, conviene resaltar los cambios centrales de la misma:
1.—Se incluye al Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo tecnológico de Yucatán, denominado SIIDETEY; 2.—La existencia de un parque científico-tecnológico en el Estado; 3.—Se declara que “El monto de los recursos asignados a ciencia y tecnología no deberá ser inferior al 1% de los recursos propios de libre disposición asignados al gasto corriente del Poder Ejecutivo establecidos en el decreto de presupuesto de egresos; dicho monto no podrá ser inferior que el presupuestado en el año inmediato anterior”. 4.- Coloca a la Secretaría de Educación como pivote para atender la Ciencia y Tecnología.
La estructura del SIIDETEY según la ley es “el conjunto de instituciones de educación superior públicas y privadas, centros de investigación y Empresas de Base Tecnológica, que sin perder su identidad y régimen jurídico, y en el marco de un conjunto de principios rectores, contribuyen de manera ordenada y articulada entre sí, para a).—articular y potenciar las capacidades científicas y tecnológicas para la atención de problemáticas relevantes del desarrollo social y económico de la Entidad; b).—contribuir a la formulación de políticas públicas de beneficio social. Además, la ley señala que “el SIIDETEY contará entre sus medios de operación, con un Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, en el que podrán instalarse las instituciones de educación superior, los centros de investigación y las empresas de base tecnológica, sin perder por ello, su identidad y régimen jurídico propio”.
Se debe de abundar que el SIIDETEY, conformado en su primera etapa por las 10 instituciones públicas federales y estatales de mayor presencia en Yucatán, se incorporó a la ley después de prácticamente tres años de haberse integrado como una forma de gobernanza para capitalizar talento y para optimizar el capital humano y físico disponible para hacer ciencia y tecnología en el Estado. La ley no le asigna presupuesto, lo que lo posiciona como el espíritu de la misma. En este contexto, son los rectores o directores generales de las instituciones del SIIDETEY, quienes, integrados como cuerpo colegiado, analizan, proponen, y aprueban iniciativas de innovación que seguramente mejorarán la mecánica de apoyo a la ciencia.
La decisión de integrar este sistema como un nuevo componente de la ley, la transforma y la innova, permitiendo establecer un modelo de acción conjunta de la estructura gubernamental con la comunidad académica y empresarial del Estado. En ese sentido, la permanencia del Consejo Estatal de Ciencia Tecnología e Innovación de Yucatán, como estructura dentro de la legislación, será robustecida según el modelo aprobado.
El compromiso de incluir un parque científico-tecnológico en la norma es otro componente que constituye un gran reto para la comunidad académica local, pues el modelo de parques científicos y tecnológicos en muchas partes del mundo ha sido la forma de multiplicar esfuerzos que han consolidado numerosos avances de la ciencia y la tecnología.
En este sentido, el 17 de febrero del presente, a 20 kilómetros de la ciudad de Mérida, la gobernadora del Estado, conjuntamente con autoridades locales y ante la presencia del director del CONACYT, visitaron el predio donde se ubicará el parque científico-tecnológico. Se pudo apreciar el espacio en el que edificarán, la UADY, CINVESTAV, CICY, CIATEJ, CIESAS, así como la biblioteca, el edificio central de aulas, el Jardín Botánico, entre otros.
El rubro del financiamiento que se dará a la ciencia y tecnología según la ley es fundamental, y es conveniente destacar su importancia en el triángulo de compromisos, pues anota 1 por ciento de apoyo que se alinea de manera similar como se acordó desde hace 8 años a nivel Federal. Agrega además una importante frase que se puede leer en el texto y que señala “no podrá ser inferior que el presupuestado en el año inmediato anterior”. Este candado transmite confianza de que se mantendrá el apoyo.
Hay que recordar que el financiamiento para la ciencia en Yucatán, derivado de la ley del 2002, cuando se crean los llamados fondos mixtos como mecánica para favorecer e impulsar la descentralización y el desarrollo regional, creció significativamente en los últimos años.
Para la ciencia mexicana, los avances que se ha propuesto Yucatán para su fortalecimiento son, por demás, dignos de considerarse y tenerlos en mente sobre todo en el futuro cercano, ya que esta experiencia tiene que consolidarse, permitiendo así la multiplicación del modelo en el país. Entendemos que el reto no es menor para el estado de Yucatán, que con hechos está demostrando su respaldo a las actividades de la ciencia y la tecnología.
* Miembro del Consejo Consultivo de Ciencias
Coordinador del Área de Agrociencias, Academia Mexicana de CienciasProfesor-Investigador, Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C.
consejo_consultivo_de_ciencias@ccc.gob.mx