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Boletín AMC/037/10
México, D. F., a 16 de abril de 2010.
- El destacado físico italiano, catedrático de la Universidad de Yale, ingresó como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias
- Al darle la bienvenida, Rosaura Ruiz Gutierrez, presidenta de la AMC, reconoció que con su creatividad y entusiasmo ha inspirado a numerosos físicos mexicanos
- La ceremonia tuvo lugar en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM
- Francesco Iachello, Josiah Willard Gibbs Profesor of Physics and Chemistry de la Universidad de Yale, ingresó como miembro correspondiente de la AMC.
Foto: AMC
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La naturaleza ama la simetría, prueba de ello es que a medida que se estudia con mayor profundidad, encontramos patrones regulares en todos los rincones, desde los seres vivos hasta las partículas que componen los átomos, señaló Francesco Iachello, Josiah Willard Gibbs Profesor of Physics and Chemistry de la Universidad de Yale.
Durante su charla Simetría: la búsqueda de orden en la naturaleza, señaló que una de sus mayores aportaciones científicas, la teoría de la súper simetría dinámica, por la cual ha sido nominado en varias ocasiones al premio Nobel de Física, fue desarrollada en gran parte en México con la colaboración los físicos de Alejandro Frank y Roelof Bijker, ambos miembros de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Luego de haber recibido de manos de Rosaura Ruiz, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el diploma y fistol que lo acreditan como miembro correspondiente de este organismo, Iachello precisó que en la actualidad hay cientos de físicos en todo el mundo que se dedican a la búsqueda de simetría, en diferentes niveles de la realidad.
Muestra de ello, añadió, es el hecho de que en, gran medida, el Gran Colisionador de Hadrones, se dedicará a la búsqueda de la super simetría a nivel de partículas fundamentales, invirtiendo el talento de cientos de científicos y millones de euros.
El científico italiano mostró en su charla cómo a lo largo de la historia, los seres humanos han encontrado simetría, primero, en la naturaleza y en artefactos simples o en obras de arte y, luego, en sistemas más complejos, como las moléculas y los núcleos de los átomos y, en el futuro, posiblemente en las partículas fundamentales.
En el siglo XVI, comentó, la simetría se consideraba una ley de la naturaleza y, por lo tanto, era algo divino. Más adelante, Kepler insistió en su importancia al postular que el sistema planetario tenía un movimiento regular.
Durante el acto celebrado en el Auditorio Marcos Moshinsky del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México, que reunió a físicos de esa dependencia y del Instituto de Física de esa casa de estudios, Francesco Iachello explicó el lenguaje matemático que se emplea para describir la super simetría encontrada en los núcleos de los átomos.
Al concluir su charla, dedicada a la memoria de Marcos Moshinsky, insistió en que la naturaleza y la física parecen desplegar en todos los niveles una estructura ordenada. De lo que se trata, dijo es de encontrar patrones simples, como la simetría en sistemas complejos, los cuales en ocasiones son difíciles de reconocer.
Por otra parte, destacó la estrecha amistad y colaboración que desde 1979 mantuvo con notable científico mexicano Marcos Moshinsky por la concordancia de intereses en la física nuclear, especialmente en simetría, pero, sobre todo, por la creatividad, intuición y entusiasmo que compartieron y con la que inspiraron a varias generaciones de físicos en México.
Por su parte, Alejandro Frank, director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y colaborador cercano de Francesco Iachello, leyó una semblanza en la que enumeró las valiosas aportaciones que el catedrático de la Universidad de Yale ha realizado a la física nuclear, entre ellos, la predicción de la supersimetría nuclear, hoy en día confirmada experimentalmente.
Posteriormente, en agradecimiento por sus 30 años de colaboración con los físicos nucleares y moleculares mexicanos, le hizo entrega de una medalla acuñada por la UNAM para conmemorar el Bicentenario de la Independencia, el Centenario de la Revolución y el Centenario de la creación de la Universidad Nacional.
A la ceremonia formal de ingreso, también asistió Arturo Menchaca Rocha, vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias.