ABC.es
11 de marzo de 2010
EFE
«No se puede solo criticar y decir que el sistema no funciona, tenemos que arrimar el hombro», ha dicho en declaraciones a Efe después de participar como ponente en el V Congreso de Comunicación Social de la Ciencia, en el que ha expuesto una experiencia de su país para cazar talentos desde la escuela.
Se trata de PAUTA (Programa Adopte Un Talento) y para Tagüeña es un ejemplo de ese compromiso que con la enseñanza de la ciencia deben tener los propios científicos.
La iniciativa, centrada en la Academia Mexicana de Ciencias y en la que colaboran otras entidades, incluido el apoyo económico de la Secretaría de Educación Pública, requiere «un esfuerzo muy grande» de la comunidad científica.
Para su desarrollo se han elegido una serie de escuelas piloto ante la dificultad de llegar inicialmente a todo el país y en ellas ha indicado que se organizan «talleres de científicos diseñados especialmente para favorecer la creatividad y el razonamiento científico».
Una actividad que según Tagüeña «favorece a toda la escuela y en la que también participan los maestros, aunque desde luego la idea es detectar vocaciones como en el deporte o la música. Todos deben hacerlo, pero puede haber un especial talento» y ha precisado que el objetivo que PAUTA persigue es «apoyar vocacionalmente a estos niños para que terminen siendo talentos».
Son ya cinco años de andadura y ahora la idea es darle continuidad al programa también en los estudios de Secundaria, aunque reconoce que no existe una política nacional «que realmente favorezca la ciencia y la tecnología».
«Hay apoyo pero no el suficiente porque esto tiene que ser una visión del país», ha dicho, y ha confiando en que a largo plazo se consiga a pesar de que se trata de «un problema complejo».
Y es que a la dificultad general ha añadido la que se deriva de la situación económica o la política de género ya que «hay muchos prejuicios» y zonas del mundo donde es «un superproblema porque se mezclan tradiciones con derechos humanos».
Como ejemplo se ha referido a las «comunidades étnicas indígenas originales que no tenían ningún respeto por la mujer intelectual» y hay que hacer un esfuerzo de convencimiento de las familias.
«Ahora las niñas en Chile juegan a ser presidente, cosa que antes ni siquiera se les ocurría», ha bromeado, pero también ha subrayado que «es un ejemplo muy importante» de la necesidad de una política de género.
Un reto en el que ha destacado las dificultades «porque hay que respetar las tradiciones pero no cuando van en contra de los derechos humanos y en esto las mujeres siempre quedan a mitad de camino. En el escalón de discriminación al final siempre queda pobre, indígena y mujer. Peor no se pueda estar».
Este V Congreso de Comunicación Social de la Ciencia ha contado también con la participación del economista y sociólogo Ernesto Robles, quien ha presentado una iniciativa docente de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación.
La idea, ha señalado a Efe, surge a partir de un portal de divulgación científica que tiene la Agencia y de cuyo material se seleccionó aquel al que vieron «cierto filón didáctico».
Luego se elaboraron materiales para aplicarlos en las aulas y se preparó a los docentes que debían impartir unas clases que al final han llegado a 75.000 alumnos de distintos países, incluido España.
Así, ha apuntado Robles, se han abordado en especial «problemas sociales con un vínculo científico» como salud o medio ambiente para interesar a los alumnos y que «se den cuenta de que la ciencia está en todos los sitios».
«El resultado ha sido positivo porque cuando se aplican los materiales tienen un enfoque social y a los chicos les gusta, es una propuesta un poco de provocación para que piensen y reflexionen sobre los problemas que les rodean día a día», ha comentado, y de hecho ha añadido que la primera experiencia se realizó el curso pasado y ya se está preparando la segunda fase.