Milenio
5 de diciembre de 2009
Erasmo Cánovas
La presidenta de la Academia de Ciencias llama a ampararse a las universidades.
Guadalajara.- Porque la línea que separa la investigación científica del delito podría sobrepasarse tras las reformas que derivan en la ley antiaborto promulgada en diferentes estados de la República, ayer la presidenta de la Academia Mexicana de las Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez, hizo un llamado para que las universidades se amparen contra esa ley, que al conceder derechos como un ser humano a un cigoto produce ya casos como en el Centro Universitario de los Altos, en los que se han tenido que detener investigaciones.
“Yo le he dicho a mis colegas que trabajan en estados como en Jalisco que tengan cuidado, porque podrían ir a la cárcel. Por eso desde la academia estamos pidiendo a las universidades que se amparen. Es cierto que difícilmente un gobierno se aventaría a actuar contra la ciencia en estos tiempos, pero les decimos que lo hagan al menos como una postura política”, dice la investigadora.
Y es que para Ruiz Gutiérrez no sólo es alarmante que se haya promulgado una ley así por los efectos que tiene para el desarrollo de la ciencia. Para ella es motivo de indignación que después de las Leyes de Reforma el país regrese a fórmulas donde la vida de los ciudadanos sea regida por principios religiosos.
Luego calificó a estas leyes de absurdas, pues están fundamentadas en principios científicos equivocados. Pone como ejemplo de ese absurdo, el que se le den derechos como un ser humano al cigoto, porque esto equivale a dárselos a cualquier célula.
“Sin duda tiene vida, toda célula humana tiene vida; de manera que entonces habría que darle derechos a los óvulos y a los espermatozoides. Es absurdo. Son leyes deterministas, porque se dice que el cigoto tiene un genoma diferente al de la mujer, entonces se le da la calidad de ser humano a un genoma. Un genoma no basta para definir a un humano, un humano se define además de por un genoma por el desarrollo en un ambiente”, explica.