Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/116/09
México, D. F., 20 de agosto de 2009.
- La investigadora del Centro de Investigación Científica de Yucatán obtuvo una de las becas para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC 2009
- A sus 35 años, es pionera en el estudio de la biología molecular del cacao en México
- Su investigación tiene como objetivo establecer herramientas biotecnológicas para la correcta propagación de la planta teobroma cacao
- La joven científica del Centro de Investigación Científica de Yucatán, Mónica Santos Mendoza, recibió una de las becas para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: AMC
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A pesar de que el cacao mexicano es de la mejor calidad, aporta únicamente punto cinco por ciento a la producción mundial, mientras que países del continente africano aportan el 70 por ciento, pero es de muy mala calidad e, incluso, las transnacionales lo compran y lo mezclan con cacao criollo mexicano para mejorar el sabor de sus productos, afirmó Mónica Santos Mendoza, ganadora de una de las becas para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC 2009.
El proyecto que la hizo merecedora a la distinción se basa en el estudio de los genes que intervienen en la embriogénesis de la planta teobroma cacao, con el que Mónica Santos pretende lograr establecer herramientas biotecnológicas para la correcta propagación de esta planta, que es de interés nacional en el aspecto cultural, pero también en lo económico a nivel internacional, ya que el chocolate se consume en todo el mundo.
En entrevista, la investigadora del Centro de Investigación Científica de Yucatán consideró que su estudio constituye una nueva alternativa, a través del estudio de la biología molecular del producto, para que quienes actualmente desarrollan biotecnología del cacao en nuestro país, tengan éxito.
La doctora en Ciencias de la Vida por la Universidad de París XI, en conjunto con el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas-Versalles, Francia, afirmó que los estudios que ella realiza pueden ayudar a aumentar la vida de anaquel del cacao, disminuyendo su recalcitrancia.
Cuando se produce semilla, para venderla se debe asegurar el tiempo que ésta puede mantenerse en exhibición, que en el caso del cacao es de una o, máximo, dos semanas, dependiendo del genotipo, lo que representa un problema, indicó.
Otro de los inconvenientes, apuntó, es que la propagación por medio de semilla no es la mejor estrategia, debido a que el cacao es una especie de polinización cruzada, esto quiere decir que no se puede autofecundar y requiere otro árbol para producir semilla, que es el resultado de una combinación de los dos padres, lo cual no garantiza que las buenas características de uno de ellos, como sabor, aroma y resistencia a enfermedades, se conserven.
Debido a lo anterior, Mónica Santos afirmó que la alternativa es la embriogénesis somática, que es la formación de un embrión que va a dar lugar a una planta por medio de células somáticas o vegetativas, las cuales provienen de la hoja o la rama de un árbol de excelente calidad, y que conservan las características genéticas de la planta que le da origen.
Esta técnica permite obtener plantas genéticamente homogéneas, explicó la investigadora; sin embargo, el reto es estudiar los genes que son clave para el proceso embriogénico y que han aportado resultados positivos en otras especies. Para ello, agregó, es necesario conocer la regulación del proceso para manipularlo y así lograr un aumento en la eficiencia de la propagación por embriogénesis somática.
En la República Mexicana los estados productores de cacao son Tabasco, con el 70 por ciento; Chiapas, con el 29, y el restante uno por ciento lo aportan Yucatán, Oaxaca, Guerrero, Colima, Veracruz y la huasteca hidalguense.
No obstante, apuntó la bióloga, el cultivo se hace de manera tradicional, sin tecnología, por lo que es necesario brindar apoyo a los productores y repoblar la zona cacaotera del país, pues hacen falta alrededor de cien millones de plantas para lograr elevar la producción.
Respecto a la Beca para Mujeres en la Ciencia L’Oréal-UNESCO-AMC 2009, Mónica Santos Mendoza comentó que se siente muy satisfecha por recibir la distinción, pues “representa un excelente apoyo en este momento de mi carrera científica, debido a que fundar un laboratorio en biología molecular y biotecnología, implica una ardua tarea de búsqueda de financiamiento y de colaboraciones”, finalizó.